Vuelta a clases: ''La presencialidad no puede ser sin medidas de seguridad y protocolos claros''
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Vuelta a clases: ''La presencialidad no puede ser sin medidas de seguridad y protocolos claros''

En una extensa y contundente declaración, la Corriente Nacional 9 de Abril denunció una ''campaña extorsiva contra la docencia y sindicatos por reclamar condiciones para preservar la salud de docentes, alumnos y familias convivientes'', y exigió asambleas abiertas virtuales; refacción y construcción de escuelas; vacunas para todos los trabajadores de la educación, conectividad, y que no haya ningún docente sin cargo y ganando menos que la canasta familiar.

La intención de volver a la presencialidad es unánime pero... ¿están dadas las condiciones para hacerlo de forma segura?

DECLARACIÓN DE LA CORRIENTE NACIONAL 9 DE ABRIL


Vuelta a clases: ¡No a la extorsión de los Gobiernos! La presencialidad no puede ser sin medidas de seguridad y protocolos claros.


Organicémonos junto a las familias y estudiantes para que las escuelas y colegios no sean focos de propagación del COVID. Por el acceso a la educación pública de calidad y en condiciones sanitarias. La conducción de CTERA y gremios de base deben convocar asambleas para pelear por esta demanda.


Millones de estudiantes y sus familias fueron afectadas por la crisis sanitaria y social, y sus vidas cambiaron con el cierre de las escuelas en pandemia. Con un gran esfuerzo trabajadorxs de la educación, estudiantes y familias sostuvimos la educación en 2020 con nuestros recursos. Ni el Gobierno nacional ni ninguno provincial destinó un centavo a garantizar conectividad, dispositivos, becas, ni nombró al personal docente necesario.


Apoyados en la legítima necesidad y deseos de muchas familias que quieren el retorno de sus hijos a las escuelas, han lanzado una campaña extorsiva contra la docencia y sindicatos por querer reclamar condiciones para preservar nuestra salud, la de niños y adolescentes, y la de los familias y convivientes. La presencialidad no puede ser sin medidas de seguridad y protocolos claros y acordados, máxime cuando venimos de semanas de rebrote de la pandemia.

Somos lxs principales interesadxs en el regreso a las escuelas, pero queremos debatir cuáles son las condiciones necesarias para un regreso respetando las condiciones sanitarias y epidemiológicas ante la incertidumbre que genera un posible rebrote o segunda ola de COVID que se agravaría con la circulación de millones de niños y adolescentes en las escuelas.


El ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, empezó la gira nacional militando la vuelta a la presencialidad sin la inversión necesaria. Esta gira comenzó con "visitas" del ministro a provincias como Jujuy y Mendoza, gobernadas por Cambiemos, repentinamente “interesados” y “abanderados” del reclamo de vuelta a las aulas. Lo mismo en la provincia de Córdoba de Juan Schiaretti. Fue el propio senador Cornejo de Mendoza quien recomendó a Fernández "seguir el ejemplo de Mendoza", provincia que estuvo al borde del colapso sanitario toda la pandemia y ya registra nuevas subas de casos. Estas provincias son emblemas de ataques a la educación pública. Como en otras provincias, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta ya puso fecha al inicio de clases, y Kicillof en la provincia de Buenos Aires habla del 1 de marzo. Pero ninguno de estos gobernantes tomó ninguna medida ni pedagógica, ni sanitaria, ni social para garantizar las condiciones de aprendizaje de millones de estudiantes.


En CABA se hizo una conferencia de prensa bochornosa, donde no se presentó protocolo serio alguno. El grado no puede ser “burbuja” cuando las y los docentes trabajamos con diferentes grupos de estudiantes y no se garantiza la distancia social mínima en el aula. Hay protocolos estrictos con distanciamiento social en bares, comercios, fábricas y toda actividad. Entonces, ¿por qué no se toman las medidas para garantizarlos en las escuelas y colegios? ¿O no importa que se contagien docentes, alumnos, madres, padres y abuelas y abuelos? ¿Nuestra salud no vale? Todo esto con el gran apoyo de los grandes medios de comunicación como Clarín, TN y la Nación que no paran de bombardear con una problemática tan sentida como esta.

Días atrás, Macri gritó que “abran las escuelas” desde la reposera del lujoso country en Villa La Angostura, secundado por Patricia Bullrich que salió a atacar a los docentes y nuestras organizaciones y decir que tenemos que volver "aunque el Estado no garantice vacunas, y sino que sean reemplazados". Por su parte, Alberto Fernández señaló que “perder un año de educación y conocimiento es muy grave para cualquier sociedad y eso es algo que no nos podemos permitir”. Así invisibiliza la labor que realizamos las y los docentes en todo el territorio nacional durante el difícil 2020 y desconoce que sus prioridades políticas fueron pagar la deuda al FMI y mantener grandes beneficios a los empresarios del campo y petroleras, en detrimento de aumentar la inversión en salud y educación.


La mayoría de las familias trabajadoras llevan a sus hijos e hijas a la escuela pública, hoy se ven impedidos de poder hacerlo por la política del Gobierno nacional y los provinciales, que no invirtieron un peso en las escuelas para poder adaptarlas a las condiciones necesarias de higiene y seguridad. Si bien las y los docentes construimos una educación a distancia, no pudo ser igual para todos y todas, ya que no hubo ni wifi gratis, ni la tecnología para todas las familias. Lejos del objetivo de “acabar con la desigualdad” que defendía Trotta en campaña antes de asumir, hoy su gestión profundizó la desigualdad educativa excluyendo a millones de niñxs y adolescentes. Más de 5 millones de estudiantes dejaron sus estudios en 2020.


Apurados por empresarios que quieren que se retome la “normalidad”, se habla de la necesidad de que las y los chicos estén en las escuelas, empujando al riesgo de contagio a millones. Las patronales no dan licencia a las y los trabajadores con hijes en edad escolar, descuentan los días por cuidado de familiares. Y ni hablar de los millones de nuevos pobres y desocupados que en su mayoría son familias de la escuela pública. Y a los jóvenes que no laburan, o laburan en forma precaria, hasta la IFE le han sacado. Son quienes más afectados están, mientras un grupo grande de los empresarios se beneficiaron de la crisis.


El Gobierno nacional no garantiza condiciones de vuelta a clases presenciales, sus prioridades fueron otras. Por eso las y los trabajadores de la educación declaramos ante la emergencia educativa nuestras demandas.

Para la vuelta a la presencialidad, necesitamos un plan de vacunas suficientes para todos los docentes (más de un millón de docentes en todo el país sin contar los miles de trabajadores de la educación no docentes). Según el Gobierno, de las 5 millones de dosis para los esenciales, las primeras son para las fuerzas armadas, de seguridad y penitenciarias, y se debe garantizar la incorporación de estudiantes factor de riesgo o que convivan con alguien en esa situación. Nada de esto se debate con docentes ni familias. ¿Cuál es el plan del Gobierno? ¿Quiénes están verdaderamente interesados en sostener la educación de los chicos y chicas?


Se propone un funcionamiento mixto (presencial y virtual) pero no hay trabajando ni la cantidad de docentes necesarixs ni la infraestructura para funcionar en diferentes “burbujas” como sugieren algunos, ni una discusión pedagógica sobre los contenidos, ni sobre la didáctica. En el nivel secundario directamente no hay plan, cuando sabemos que las y los docentes “taxis” que van de una escuela a otra para poder llegar a fin de mes, estamos expuestos a estar con 10 o más “burbujas”. Necesitamos la creación de cargos y actos públicos ya para incorporar en febrero y marzo el personal necesario. Hay cientos de miles de docentes que están precarizados y sin cargos, que podrían ingresar rápidamente al sistema educativo con todos los derechos laborales, para poder cubrir los cargos necesarios y aliviar la sobrecarga laboral de la bimodalidad de las y los docentes en ejercicio, para garantizar de esta manera que ningún estudiante se quede sin docente. Tampoco se ha contratado más personal auxiliar ni trabajadores de la cocina (muchas de ellas precarizadas), y no está claro que los que ya están, vayan a recibir la vacuna.


En muchas partes del mundo como en EE.UU. está en discusión, en el ámbito científico, la transmisión del virus por parte de las y los niños. ¿Y si los chicos tienen adultos en sus casas que son población de riesgo? ¿Y el transporte? Cuando las escuelas abran la circulación será mucho mayor y ya vimos, por lo menos en la zona sur de provincia de Buenos Aires, cómo se viaja hacinados en los trenes y colectivos.


Está claro que para estos partidos que están al frente de los gobiernos provinciales y nacional, la escuela no es más que un depósito de niños y niñas, un recurso para que puedan abrir totalmente la economía. No hay una mirada pedagógica, las condiciones de enseñanza y aprendizaje quedan relegadas.


Por eso las y los docentes, familiares y estudiantes tenemos que organizarnos y discutir en común cómo derrotamos la extorsión y la política irresponsable de los Gobiernos. La presencialidad no puede ser sin seguridad y a riesgo de transformar las escuelas en focos de contagio masivo del COVID.


Que CTERA deje de ser una oficina de educación del gobierno y vuelva a ser un sindicato. En este marco, la conducción de CTERA y los gremios provinciales fueron cómplices en el 2020 de la crisis educativa que estamos enfrentando avalando los ataques a la educación pública como los planes de precarización (FINES, PIEDAS, ATR) y sin pelear por aumento de presupuesto educativo ni por las demandas de millones de familias trabajadoras que, como vimos en Guernica y centenas de lugares en el país, ni siquiera tienen garantizado el derecho a la vivienda, al alimento y mucho menos a la educación virtual. Mantuvieron una subordinación total de los intereses de millones de trabajadores de la educación y las familias en pos del apoyo al Gobierno. Basta de tregua, necesitamos un sindicato al servicio de nuestros intereses.


Hay que seguir el ejemplo del SUTE (sindicato de trabajadores de la educación de Mendoza) que desde las bases y democráticamente desde las asambleas por escuela que elaboraron mandatos, plenarios departamentales y provincial, rechazó la propuesta salarial insuficiente del Gobierno local y se predispone a pelear, habiendo votado el no inicio. Pero también, se planta frente al irresponsable discurso de José Thomas (DGE) que avalado por Trotta puso fecha de inicio a las clases presenciales y propone que cada escuela, cada directivo y docentes vean "la mejor manera" de garantizarlo.


Tenemos que poner la fuerza de la izquierda y la oposición en nuestro gremio desde los SUTEBAs, Además, SUTE, ATEN y militancia de las agrupaciones en todo el país tras la tarea de imponer a la CTERA y gremios de base un plan de lucha del conjunto de las y los trabajadores de la educación y las familias de nuestros alumnos por nuestras demandas. Debemos convocar a un gran plenario nacional de base de todos los sindicatos recuperados junto a les docentes que quieran pelear por esta perspectiva, desplegar la fuerza de las bases que exigen un plan serio de medidas para garantizar la educación pública que necesitan todxs lxs trabajadorxs y sus familias.


La presencialidad no puede ser sin seguridad, para todos los y las estudiantes y familias de la comunidad educativa, de las y los trabajadores de la educación. Para eso tenemos que debatirlo desde cada escuela, docentes, estudiantes y familias.

Peleamos por:

  • ¡Nos organizamos de abajo hacia arriba! Que nadie decida por nosotrxs. Asambleas abiertas virtuales con mandato de base de todos los trabajadores de la educación junto a las familias y estudiantes, para definir los pasos a seguir. Comisiones de higiene y seguridad en cada escuela en coordinación con trabajadores de la salud y epidemiólogos que supervisen las condiciones sanitarias.

  • Acondicionamiento, refacción y construcción de escuelas. Se necesita urgente implementar un plan de obras públicas que permita refaccionar las escuelas que lo necesiten, crear las ventilaciones necesarias, construir espacios abiertos, y construir las escuelas necesarias, dotar a todas las escuelas de elementos de higiene para el cuidado de todos y de todas. Estas obras deben ser controladas por los trabajadores de la educación, sus organizaciones y familias.

  • Vacunas para todes les trabajadores de la educación (docentes y no docentes). Testeos a todo el personal de forma rotativa y hacer rastreo de contactos de casos positivos. Control por zonas y barrios. Vacunación a las personas de riesgo convivientes con niños y adolescentes en edad escolar.

  • Conectividad para todos y todas. Para la bimodalidad, se necesitan dispositivos tecnológicos y conectividad gratuita para docentes y estudiantes.

  • ¡Ningún docente sin cargo y ganando menos que la canasta familiar! ¡Basta de precarización laboral! Incorporación de todos los docentes que trabajan en forma precaria a la planta orgánica funcional de las escuelas, con plenos derechos estatutarios y con un salario igual a la canasta familiar por cargo. Trabajar todos, trabajar menos, cuidarnos entre todos.

  • Becas para todes les estudiantes cuyos ingresos en el hogar estén por debajo de la canasta familiar. Alimentos de calidad y en cantidad en todos los comedores escolares, destinado a toda la matrícula escolar para garantizar una alimentación saludable al alumnado.

  • Transporte escolar especial para que les estudiantes y trabajadores no viajen hacinados en horarios de ingreso y egreso escolar y refuerzo de servicio de transporte.

  • ¡Ninguna familia sin ingresos! Restitución del IFE con un valor no menor a $30.000.

  • Licencias al 100 % para quienes tengan niños y niñas a cargo hasta que se garanticen las condiciones de seguridad para las clases presenciales.

  • ¡Por un plan de lucha! Exigimos a la CTERA y a todos sus sindicatos provinciales, la convocatoria a asambleas y coordinación con todos los sindicatos, para cuidar la salud de todas las familias trabajadoras, para pelear por una vuelta segura con un plan de lucha nacional por todas estas demandas.

  • Para todas estas medidas plata hay, necesitamos que de forma urgente aumente el presupuesto educativo sobre la base del no pago de la deuda externa y al FMI. E invertir dinero en salud para mejorar todos los hospitales públicos, así como la unificación del sistema de salud público y privado.

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