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''Las cosas por su nombre: transporte excluyente'' (por Clivia Ricle)

Hace poco anunciaron un nuevo servicio de transporte que conectaría la ciudad de Campana con Capital Federal a partir del mes de marzo. Pero este anuncio lejos está de hacernos felices al grueso de las personas que viajamos seguido a Buenos Aires. Lejos está de solucionar el problema del transporte PÚBLICO ya que se trata de la inversión en un transporte PRIVADO.

En los detalles que se dieron a conocer se nota el carácter excluyente que tiene este servicio ya que les usuaries necesitarán contar con una tarjeta de crédito para obtener los pasajes a través de una APP que deberán descargar en sus celulares, y por ende también deberán contar con un teléfono móvil y dicho dispositivo deberá tener datos o acceso a WI-FI.


Dicen solucionar el problema histórico de les vecines que durante años no se escuchó pero en realidad solo ofrecen una opción más de transporte y solo para cierto sector. No están solucionando una problemática que afecta a toda la sociedad campanense, sobre todo a les estudiantes que viajan a Capital Federal. Dicho sea de paso ¿el boleto estudiantil aplicará en esta nueva opción?

El reclamo histórico con respecto al transporte público que comunica la ciudad con Capital Federal podría solucionarse exigiendo un mejor servicio a la línea ya existente 194, que tiene el monopolio de este recorrido, o aumentando la calidad y frecuencia de los trenes que hasta el momento cuenta con ocho servicios al día durante la semana y que los fines de semana se reduce a seis. De esta forma sí estarían mejorando la calidad del transporte PÚBLICO, ya que todas las personas cuentan con una SUBE que le permita viajar en estos medios.


Este servicio de chárter marca una diferencia entre aquellas personas con cierto poder adquisitivo que podrán acceder a una mejor calidad de transporte y entre aquellas que deberemos seguir viajando en pésimas condiciones. Siguiendo la línea política de Cambiemos la solución es para unes poques y no para todes.

Esta distinción implícita entre pasajeres de primera clase -aquelles que puedan acceder al charter-, y pasajeres de segunda clase -que deberemos seguir viajando en pésimas condiciones-, me recuerda al escandaloso caso de las combis de Nordelta. En este caso se les había prohibido a las empleadas domesticas viajar junto a las personas que residen en la “ciudad-pueblo” ubicada en Tigre. Un acto de completa discriminación basándose en el poder adquisitivo de las personas.

 

Clivia Ricle

Docente. Anarquista.

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