La justicia ordenó la reincorporación de Margarita Barboza y la enfermera habló tras conocer el fallo
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En una entrevista realizada esta tarde, Barboza describió cómo recibió la noticia, qué espera del municipio y cómo proyecta su regreso al Hospital Municipal tras casi cuatro meses sin poder trabajar. También se refirió a la situación de Gustavo Ramírez —ya con cautelar favorable— y a la inminente resolución por Diego Sfardini.

La tarde de este jueves 20 de noviembre, Margarita Barboza —enfermera del Hospital Municipal San José y una de las trabajadoras despedidas por el intendente Sebastián Abella— habló después de conocer la medida cautelar que ordena su reinstalación inmediata en el puesto del que fue desplazada en agosto. La resolución salió el jueves por la tarde, casi en simultáneo con la que benefició a Gustavo Ramírez, otro trabajador municipal despedido.
En la entrevista, realizada por Germán Rebottaro y Esteban Ferraris, Barboza contó que se enteró del fallo “de sorpresa”, mientras la conducción provincial de ATE viajaba hacia Campana para comunicar la cautelar de Ramírez. “Fue menos de 24 horas entre una y otra. Estamos felices”, afirmó.
La trabajadora explicó que aún restan pasos administrativos para formalizar su regreso, pero remarcó que la orden judicial exige que se haga “de manera inmediata”. La resolución también establece el pago de los salarios caídos desde el despido y fija multas diarias en caso de incumplimiento: 50 mil pesos por día en el caso de Ramírez y 60 mil pesos en el suyo.
Barboza expresó su expectativa por la pronta resolución del expediente de Diego Sfardini, delegado de ATE y trabajador del Hospital Municipal, quien atraviesa una situación similar. “Sería un triunfo absoluto. Con dos cautelares favorables, confiamos en que también salga la de Diego”, dijo.
En otro tramo de la charla, analizó el impacto del fallo entre los trabajadores municipales y afirmó que funcionó como un “antes y un después” en el ánimo colectivo: “Muchos compañeros se sintieron identificados. Durante meses hubo miedo, silencios forzados, aprietes. Esto trae alivio y abre una puerta inmensa para organizarnos”.
También sostuvo que el objetivo político del municipio fue “disciplinar”, pero que no lo lograron: “Sufrí mucho en estos seis meses, pero no me hicieron bajar los brazos. Yo reclamé algo justo”. Sobre su regreso al hospital, fue categórica: “Voy a trabajar como siempre. No me disciplinaron”.
La enfermera dedicó un tramo final a responder a quienes la acusaron falsamente durante el conflicto. “Me ensuciaron sin pruebas, sin derecho a defensa. Hicieron daño por conveniencia política. Mi dignidad está intacta”, sostuvo, y adelantó que evalúa acciones judiciales.
Barboza cerró agradeciendo a ATE a nivel local y provincial, y aseguró que, una vez reincorporada, retomará la organización junto a sus compañeras y compañeros: “La lucha salarial sigue. Queremos sueldos dignos y condiciones de trabajo justas”.
A continuación, la entrevista completa:



















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