Educar para La Paz (Lic. Maria Laura Ligotti)
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Educar para La Paz (Lic. Maria Laura Ligotti)

“Politizar un hecho de violencia no da lugar a la posibilidad de repensar, reflexionar y replantear cuáles serían las posibles intervenciones más eficaces y efectivas del Estado en relación a los trágicos sucesos que afectan y dañan a todo el entramado social“.

La Lic. Maria Laura Ligotti es psicóloga, Prof. de nivel Superior y miembro del E.O.E., y Orientadora Educacional

El reciente hecho ocurrido en la ciudad balnearia de Villa Gesell, protagonizado por un grupo de rugbiers de la comunidad vecina de Zárate, que culminó con la trágica muerte de Fernando Báez Sosa, prende los niveles de alarma de la comunidad respecto a la cantidad y velocidad con la que se suscitan hechos de violencia en nuestra sociedad.

Si bien hoy se sabe que el origen de la violencia en el individuo es multicausal, considero que lejos de intentar hacer política a partir de una tragedia, ésta, como tantas otras, debe servir como punto de partida para la reflexión, y atañe no solo a la gestión de turno, sino a cada uno de nosotros como parte integrante de una sociedad. Creo que politizar un hecho de violencia no da lugar a la posibilidad de repensar, reflexionar y replantear cuales serían las posibles intervenciones más efectivas y efectivas del Estado en relación a los trágicos sucesos que afectan y dañan a todo el entramado social.


Sigmund Freud hablaba de la existencia de dos pulsiones que habitan en el ser humano una de ellas llamada EROS (conocida como pulsión de vida). Esta “energía”, por llamarla de algún modo, está asociada al amor, a la capacidad de construir, tiende a la unión del ser humano con otros miembros de la especie. Por otro lado coexistiría con esta TANATOS (o pulsión de muerte), que por el contrario a la fuerza anterior esta asociada a la destrucción, pugna por disolver aquello que Eros ha unido. Es absolutamente necesario entonces, para la supervivencia del individuo y de la comunidad toda que ambas fuerzas funcionen en equilibrio para evitar la extinción de la especie. El tema es mucho más amplio, y como dije más arriba creo que el origen de la violencia es multicausal y en tanto tal debe ser entendida y abordada de manera interdisciplinaria.


Ahora bien, ¿cuál sería entonces el rol del Estado frente a los hechos de violencia?. ¿Es solo el de vigilar mediante cámaras lo que sucede en una ciudad y en función a eso aplicar un castigo?.


Michel Foucault, este fabuloso filósofo francés, en su obra “Vigilar y Castigar” refiere “Cuanto más delincuentes existan, más crímenes existirán. Cuanto más crímenes haya, más miedo tendrá la población y cuanto más miedo tenga la población más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial”. La pregunta que surge a raíz de esta cita es la siguiente ¿Es un indicador de avance en la sociedad el aumento de vigilancia y patrulleros en las calles? ¿No nos remontaría esta situación a tiempos oscuros de nuestra historia como nación, fragmento aberrante y trágico al que dijimos entre todos NUNCA MAS?.


Creo, en mi humilde opinión como ciudadana que el Estado debe servirse de otras herramientas para intervenir que no sean solo instrumentos de coerción. En todo caso debe apoyarse sobre dos pilares fundamentales que son la legislación, garantizando a su vez que las leyes se apliquen y se cumplan, y por otro lado la prevención desde la infancia de todo tipo de violencia, trabajando de manera articulada con distintos organismos gubernamentales.

A modo de conclusión, podría decir que creo profundamente que la tarea de la política debería ser la de prevenir los conflictos, y una de las herramientas fundamentales con las que cuenta es la Educación. Se hace en estos tiempos, absolutamente imprescindible, “Educar para la Paz”, con el objetivo primordial que todo ciudadano logre afianzar y perpetuar a diario un sistema armónico y democrático de convivencia con su semejante.

En palabras de la pedagoga y psiquiatra María Montesorri “Todo el mundo habla de paz pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz“, y esto nos compete a todos los seres humanos del Planeta Tierra, en tanto actores sociales , más allá de cualquier bandera política.


Lic. Maria Laura Ligotti

Psicóloga. Prof. de nivel Superior. Miembro del Equipo de Orientación Escolar

Orientadora Educacional

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