''Troquel'', la nueva muestra fotográfica de Karina Di Pasquale
- Código Plural
- 3 oct 2021
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Con su agudo sentido de la observación, la fotógrafa zarateña vuelve a sorprender con su último trabajo visual nacido en los días de cuarentena. Por Nacho Ibañez.

La complacencia torna al arte insípida, pálida y deja sin ánimos a cualquier persona que se pare frente a ella en busca de motivos para rebelarse. El arte debe incomodar. Debe generar preguntas. Así, apostada detrás de su cámara, Karina Di Pasquale dispara revoluciones con su nuevo trabajo.
¿Cómo nació Troquel?
''Cuando empezó la cuarentena, al principio fue el miedo, pero también la curiosidad por saber qué iba a pasar con el mundo, con nosotros. Fueron pensamientos muy apocalípticos, como los de la mayoría. Escuchar el silencio nuevamente, sentir que todo se movía de lugar, despacito pero sin pausa, repensar todo, repensarnos. Todo fue aprender: aprender a vivir con miedo, a extrañar, a mirar la muerte grupal por primera vez a los ojos y perder, sobre todo, acostumbrarse a perder todos los días algo. En esta pandemia, pensé, todos vamos a perder algo. Y si vamos a perder cosas, también fue válido para mí pensar que íbamos a ganar otras. Creo que Troquel, con los retratos de mis hijos y mi marido, quizá, ahora que lo veo en retrospectiva, fue mi manera de sujetarme al mundo, de mantenerme viva con ellos.''

Confesa amante de las historias futuristas y realidades alternativas del estilo de Westworld o Tales from the loop - a las que considera referencias de este trabajo - asegura que su mayor inspiración son las charlas que mantiene con Boris, su pareja. “Pasamos muchísimo tiempo juntos, siempre, y la verdad es que tenemos frecuentes conversaciones en relación a estos temas, existenciales o filosóficos, podría decirte, pero en verdad son divagues varios de trasnoche que terminan, en el mejor de los casos, abriendo puertas a ideas.”
La obra tiene como disparador preguntas potentes, quizás algo incómodas o con respuestas deliberadamente silenciadas ¿Son preguntas que vos misma te hiciste en esta cuarentena?
''Sí, algunas me las hice directamente. Otras, la mayoría, en verdad surgieron de escuchar a mi entorno, amigos, familia, desconocidos con sus quejas, sus miedos, su resistencia a quedarse en la casa, porque muchos se desconocen en sus propias elecciones. Si fuiste libre para elegir lo que elegiste, cómo es que eso, de pronto, se convierte en tu cárcel? Le pregunté a tres amigos si son lo que quieren ser. Uno dijo que quería ser otro completamente distinto, otra dijo que estaba totalmente conforme consigo misma, y una tercera, maravillosamente, me dijo. “Quisiera ser más yo, no me conozco mucho”. Una pandemia te gritó muchas preguntas en la cara. No hace falta otra para modificar lo que no funciona. Pero no es que no funciona en la pandemia, no funcionaba desde antes. La pandemia no es otra cosa que un frontón devolviéndote la pelota que vos tiraste.''
Junto con tu obra anterior “Latente”, “Troquel” es abordada con una importante presencia de herramientas digitales. ¿En qué cambió tu expresividad con la adopción de estas herramientas? ¿Y qué papel juega Boris en la composición de tus obras?
''Lo que ofrece la realidad virtual o la realidad aumentada es romper todos los límites físicos posibles. Si querés que el cuadro se desarme, se borre o te hable, se puede. En ese sentido, retóricamente, ofrece muchas alternativas dinámicas que la foto impresa tal como la conocemos, no. Y, en Troquel, más que nunca, la realidad virtual tiene muchísimo que ver con la temática y la circunstancia de este proyecto. Un mundo que se rompe, otro que parece irreal, simulado, el futuro que llegó para patearnos el tablero y romper en pedazos nuestro metro cuadrado de seguridad comprada. Todas estas posibilidades me las brinda Boris, por supuesto, que es el artífice de la maquinaria. Soy feliz trabajando con él. Es el mejor crítico, y el más duro muchas veces, y eso hace que me mueva.''
¿Qué esperás de Troquel?
''Que entretenga a las personas, las emocione, las sacuda, las inspire a verse profundamente, a imaginar otros destinos posibles . Que podamos pensar que sobrevivir no es solamente salir sin el respirador del hospital, sino la oportunidad de acomodar lo cotidiano, de tener una cara que se nos parezca más. De volver a lo básico, a lo desnudo. Darnos cuenta que lo más valioso del mundo, al final, terminó siendo un abrazo.''
Sobre la obra: Se puede ver online accediendo al Salón Virtual de Ojo en Eje - por ahora sólo por PC - a partir del Martes 28: www.karinadipasquale.com.ar (próximamente también por celular) |
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