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La historia y el legado del Padre Roza

Foto del escritor: Código PluralCódigo Plural

El undécimo capítulo de ''Calles'', la nueva serie de Código Plural sobre historia local, repasa la vida del querido Padre Luis Vicente Roza, quien fuera párroco de la Iglesia Santa Florentina -cuando aún no era Catedral- entre los años 1944 y 1964.

El padre Luis Roza, oriundo de Balcarce, dirigió los destinos de la Parroquia Santa Florentina desde 1944 hasta el día de su muerte, el 11 de junio de 1964.

El padre Luis Vicente Roza nació el 31 de enero de 1908 en Balcarce, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia piadosa de varios hermanos.


Hizo el seminario en Villa Devoto, donde se ordenó sacerdote en 1933. Pero a Campana llegó proveniente de Baradero, donde primero fue teniente cura, y luego párroco de la Iglesia Santiago Apóstol. El 13 de marzo de 1944 inició su actividad pastoral en la parroquia Santa Florentina, donde fue párroco hasta su muerte en 1964.


La figura del padre Roza contrastó rápidamente con la de su antecesor, el padre Arturo Ferreyra, recordado por su figura adusta y seria. Esto es porque era simpático, chistoso, alegre, pero sin jamás perder el foco sobre su misión evangelizadora. Era ‘’compinche’’ de los chicos, a los que enseñaba catecismo de forma descontracturada, incluso a través de juegos y otras actividades lúdicas. Los que lo conocieron decían que tenía una forma de ser muy campechana, y que siempre tenía el chiste listo, para toda ocasión.

Su acción excedió por mucho al mundo de la religión. Campana fue para él un campo de apostolado. Fue miembro de la cooperadora policial, de la naciente asociación de Bomberos Voluntarios (de hecho, la piedra fundacional del edificio, construido en varias etapas, fue bendecida por él en 1961), y de un sinfín de obras e iniciativas. Fue maestro en la Escuela Normal en tiempos de enseñanza religiosa, y dejó una gran huella en sus alumnos, ya que sus clases eran atractivas y entusiasmaban incluso a los más alejados de la fe.

Y dentro de su actividad específica, su obra fue enorme:


  • Fue artífice del arreglo del templo original.

  • Llevó a cabo la adaptación de la parroquia a las Normas del Concilio Vaticano II.

  • Construyó el ateneo Parroquial.

  • Tuvo a su cargo la realización de la Misión Parroquial del año ’55, de la que luego surgirían las iglesias Del Carmen, San Martín de Porres y Sagrado Corazón.

Pero seguramente su mayor logro haya sido haber tramitado exitosamente ante el Vaticano el traslado de la fecha de celebración de Santa Florentina al 6 de julio, para que coincida con la fecha de fundación de la ciudad. Esto es porque en 1960 se determinó la identidad exacta de Santa Florentina, y se conoció que en el Santoral español la fecha de su celebración era el 20 de junio, o sea, que coincidía con el Día de la Bandera. Por eso, como en ese entonces comenzaba a celebrarse el día de Campana el 6 de Julio, creyó oportuno unir ambas fechas, la civil y la religiosa. Así, y con la colaboración del Obispo Monseñor Antonio Aguirre, logró una resolución papal del Papa Juan XXIII (que aún se conserva en la actual Catedral) para trasladar en Campana la fecha de Santa Florentina al 6 de julio.


El padre Roza murió de un infarto –probablemente provocado por su adicción al cigarrillo- el 11 de junio de 1964. Su féretro fue trasladado a pie y acompañado por una multitud -incluso por miembros de otras denominaciones cristianas y judías- hasta la Necrópolis Municipal, donde yace junto a otros grandes sacerdotes de la historia de Campana como Don José Viola (primer cura párroco de Campana), Mons. Luis Angel Fabbris (‘’el Padre Pirulo’’, primer cura párroco de la Catedral), y Mons. Horacio Raljevic.


Quien sucedió al Padre Roza al frente de la Parroquia Santa Florentina fue el Padre Domingo Bruno, que fue quien dio comienzo a la construcción del templo actual.


A continuación, el episodio once de ''Calles'', a cargo de Esteban Ferraris, director de Código Plural:


Agradecemos al Archivo Histórico Municipal ''Jorge Pedro Fumiere'', a la Biblioteca Municipal ''Octavio Amadeo'', a Yanina Mussi (@yanmussi) y al prof. Pablo Modarelli (@pablosm1964).


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