Historias de Campana: Los bustos de Eva Perón
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Historias de Campana: Los bustos de Eva Perón

Con motivo de un nuevo aniversario de su fallecimiento, y en la búsqueda de algo que la conectara con la historia de Campana, dimos con la interesante anécdota que existe en torno a los bustos de Evita que alguna vez estuvieron en la ciudad. La proscripción del peronismo, la violencia y la memoria son los ejes centrales de este relato sobre la histórica líder de masas.

El de la Plaza Eduardo Costa no es el único busto de Evita que ha habido en la ciudad

Desde el inicio del mes llevamos adelante en nuestras redes sociales un especial de historia sobre Campana con motivo del 135° aniversario de su fundación como partido. En ese marco, y buscando alguna anécdota que pudiera relacionar la historia campanense con Eva Perón para utilizar hoy en el 68° aniversario de su muerte, dimos con una serie de sucesos que tuvieron lugar hace ya muchos años pero que nos pareció muy interesante recopilar.

Actualmente en la plaza Eduardo Costa existe un busto de Eva Perón, que pese a llevar muchos años no es el primero que existe en nuestra ciudad. Al contrario, desde que se erigió como una de las figuras más trascendentales del peronismo, Eva tuvo cuatro bustos en diferentes lugares de Campana. Uno, como mencionamos recién, está en la plaza céntrica, y lo hemos visto todos los que alguna vez hemos cruzado por allí.


Pero ¿y los otros 3? Los restantes quedaron envueltos entre el odio ''gorila'' y las proscripciones que supo sufrir el peronismo en el siglo XX. A continuación, y gracias a varios colaboradores que nos ayudaron a rearmar está historia, daremos cuenta de lo que sucedió:

Imagen compartida por Carlos Strobino

El busto N°1 era de yeso, y se encontraba ubicado en la explanada municipal, como podemos ver en la foto. Quien puso claridad sobre los sucesos de éste y del resto de los bustos fue Alberto “Chiche” Armesto -dirigente político y miembro de una familia histórica del peronismo local-.


Con el golpe de Estado del 55 -que algunos libros de historia siguen mal-llamando ''Revolución Libertadora''- un grupo de militantes radicales y vecinos antiperonistas quitaron la escultura, y con sogas y cadenas la arrastraron por calles que rodean el edificio Municipal. Pese a que al tomar conocimiento de esto un grupo de peronistas se acercó a defenderla, no hubo mucho que hacer y el busto de la ''madre de los descamisados'' (este último término, originado del francés sans-culottes, utilizado durante la Revolución francesa) fue totalmente destruido.


Al mismo tiempo, Campana tenía también un busto de bronce ubicado dentro del Campana Boat Club. Pero en ese momento, en un contexto de prohibición del Partido Justicialista y con un furioso antiperonismo en la atmósfera, el monumento corrió con la misma suerte. En este caso, fue arrancado y arrojado al Río Paraná.

En este punto nos encontramos con una “laguna”, porque el relator de nuestra historia desconoce cómo fue rescatado. Pero por muchos, años el busto N°2, el de bronce, fue escondido y custodiado por la familia Armesto. En palabras de “Chiche”, llegó a estar en un sótano e incluso en un gallinero. Solo basta con escuchar algunos relatos para dimensionar el peligro que revestía tener posesión de items y simbología peronista en esa época.


Algunos años después, con el clima ya mucho más calmado, Alberto Armesto (padre) lo llevó a su casa y lo ubicó en una oficina donde atendía a la gente. Más cercano en el tiempo, en el ‘95, con la llegada del peronismo al poder en Campana de la mano de Jorge Varela, la familia Armesto lo donó al partido justicialista. De allí en más, la escultura de Evita estuvo girando por las diferentes sedes que tuvo el PJ. La última parada fue la “Mesa Varela Conducción”, y tras su disolución, la ex intendenta Stella Giroldi la devolvió a la familia. Aún hoy está en la casa de Alberto Armesto.

(Imagenes del busto enviadas por Alberto Armesto)


Para conocer la historia del tercer busto tenemos que trasladarnos temporalmente a la década del ‘70. Éste era de yeso y se encontraba en la calle principal del Cementerio local. Fue ubicado allí por la agrupación A. Armesto. Pero, tristemente, corrió con la misma suerte que el primero: fue destrozado a mazazos por un grupo de antiperonistas.

Placa que acompañaba el busto destrozado en el cementerio

En su relato, Armesto destaca que quien fuera intendente de facto de la ciudad en ese momento, el prefecto Alberto Amor, tuvo el gesto de enviarle a su madre la placa que acompañaba al busto, la que también conserva.


De esta forma, de los cuatro bustos de Eva Perón que supo tener Campana, actualmente solo sobrevive el que se encuentra en la plaza Eduardo Costa.

Hoy, en un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad, compartimos esta historia como ejemplo de lo que sucede en nuestro país con la figura de Evita en particular, pero también con la del peronismo como fenómeno social. Han intentado todo para borrar su historia, su figura, y su legado. La llamaron ''prostituta'' a ella, y ''cabecitas negras'' y ''grasas'' a su pueblo. Incluso supieron celebrar la enfermedad que la llevó a la muerte con pintadas callejeras con el lema "¡Viva el cáncer!".


Pero no solo nunca lo lograron sino que, además, año tras año la base de seguidores tanto de su figura como de su doctrina, basada en la Justicia Social y en la defensa de los intereses de las masas, sigue ensanchándose y más vigente que nunca.

Escultura ubicada en la plaza Eduardo Costa
 

Agradecemos profundamente a Alberto "Chiche" Armesto, Joel Vallomy y Juan Cruz Fernández por su colaboración para poder dar con esta historia.

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