Entrevista a Alejo Sarna: ''Estamos dispuestos a la unidad, pero no al amontonamiento''
Actualizado: 11 feb 2019
El pasado 28 de enero, Código Plural entrevistó en profundidad a Alejo Sarna, uno de los referentes políticos de la oposición y líder de la agrupación Vamos Campana. Joven, pero ya con importantes batallas en su curriculum -entre ellas una elección en la que consiguió una gran cantidad de votos con un aparato mínimo de campaña-, Sarna se encamina a ser una pieza importante en el armado estratégico que intente impedir la reelección de Sebastián Abella como intendente en octubre. Optimista, aseguró que ''la oposición tiene todas las herramientas al alcance de la mano para tomarlas y generar un proceso electoral ganador que le ponga un freno a las actuales políticas que le están haciendo mucho daño a la gente''. Pero también advirtió que ''una cosa es la unidad y otra cosa el amontonamiento, y el amontonamiento a nosotros no nos interesa''.
Alejo Sarna es la principal figura política dentro de Vamos Campana, un espacio político conformado por vecinos y vecinas de la ciudad con distintas afiliaciones políticas pero con coincidencias claras sobre qué modelo de país y de ciudad quieren.
Hijo de Fabián Sarna -ex candidato a intendente municipal y conocido comerciante de la ciudad- Alejo es la punta de lanza de una agrupación que incluye y compatibiliza a militantes de Nuevo Encuentro, del peronismo más ortodoxo, del radicalismo ligado a figuras como Raúl Alfonsín y a Leopoldo Moreau, e incluso del Partido de la Concertación FORJA.
A días de haber comenzado Mauricio Macri su mandato presidencial, en enero de 2016, Alejo Sarna fundó Vamos Campana junto a Pedro Orquiguil, Ariel Mosqueira, Carla Navazzotti, y Lucía Di Fino. De allí en adelante, el crecimiento del espacio fue ininterrumpido, y se terminó de consolidar como una agrupación con peso e identidad propios luego de la obtención de más de 6100 votos en la interna de Unidad Ciudadana para las elecciones primarias de agosto de 2017. Esa cifra, en el contexto de Campana, ya habla por sí sola. Pero en relación al mínimo aparato de campaña desplegado por Sarna, en contraste con lo exhibido por Cambiemos y el bloque ''romanista'' de Unidad Ciudadana, ese número se vuelve aun más impresionante.
A falta de apenas 8 meses para las elecciones, en las que se decidirá el futuro de la ciudad (y de la provincia y del país) por los próximos 4 años, Código Plural se reunió con Alejo Sarna para hacerle las preguntas que había que hacerle, las cómodas y las incómodas, sin esquivar el bulto. La unidad de la oposición, su relación con La Cámpora y con María Eugenia Giroldi, los famosos ''audios'', la gestión de Sebastián Abella, la cuestión de género, y sus expectativas para los sufragios de octubre fueron algunos de los muchos tópicos tocados.
¿Qué rol aspirás a jugar de cara a las próximas elecciones? ¿A dónde apuntás como Alejo Sarna, como individualidad política, en las próximas elecciones?
En realidad nosotros, desde Vamos Campana, todo lo que pensamos lo hacemos en términos colectivos. Obviamente en ese colectivo hay personas que tienen distintas responsabilidades. Y probablemente una de las personas más públicas de Vamos Campana sea yo, pero también hay otras. Nosotros apostamos a generar un gran proyecto, colectivo, amplio, transversal que desde la vereda de enfrente de Cambiemos y sus políticas pueda generar una alternativa y recuperar el municipio de Campana.
¿Creés que hay posibilidades concretas de derrotar a Abella en las próximas elecciones, que se lo ve como bastante firme en su camino a la re-elección?. Si tu respuesta es positiva, ¿cuál sería el camino para lograrlo?
Yo creo que se puede. No es imposible pero sí difícil. Lo que primero hay que hacer, y que se debería haber hecho ya hace mucho tiempo y todavía no se hizo, es consolidar un espacio opositor que pueda coordinar una estrategia, al margen de lo estrictamente partidario. Todavía estamos a tiempo. Hay chances de coordinar una estrategia opositora que se pueda materializar en una estrategia electoral. Todavía sobre eso no se avanzó.
¿Por qué creés que todavía no se avanzó? Porque estamos a más de 3 años de la gestión de Cambiemos. ¿Qué pasó que aún no se avanzó?
Creo que lo que sucede en Campana, y en términos generales, es que hay una gran disociación, una gran distancia, entre la dirigencia política y lo que reclama la sociedad. Y ahí la responsabilidad la tenemos todos. Nosotros estamos tratando de generar desde Vamos Campana un proceso de renovación política y eso probablemente choque contra muchas personas y espacios políticos que buscan lo contrario, que buscan la no proliferación de nuevos espacios políticos y de nuevas figuras en la política. La respuesta a por qué no se llegó a un proceso de unificación de la oposición es de índole multicausal. Pero nosotros tenemos una visión particular con respecto a eso, y creo que es parte de por qué todavía no se ha llegado a este proceso. Una cosa es la unidad y otra cosa el amontonamiento, y el amontonamiento a nosotros no nos interesa. Es decir, no nos interesa sumar chapa, sumar sellos de goma, presentar una lista ir a las elecciones y ya. Nosotros pensamos en un proceso de unidad que vaya más allá de lo electoral, y ese proceso conlleva una serie de discusiones, de estrategias, conlleva la posibilidad de confluir sobre una determinada cantidad de cosas que trascienden lo electoral, que trascienden el ‘’juntarnos para ir a las elecciones’’. Por eso nosotros decimos, unidad si, amontonamiento no, esa es la premisa con la que más me identifico, y esto lo hablo yo personalmente porque en Vamos Campana hay distintas identidades políticas: radicales, independientes, peronistas, y por ello hay distintas visiones del proceso de unidad, pero creo que todos entendemos que el proceso de unidad es algo más que el amontonamiento.
Desde Vamos Campana, ¿entendés que pusieron su granito de arena para esta unidad a la que todos dicen aspirar?
Vamos Campana viene trabajando en un proceso de unidad desde hace tres años, desde el 1 de enero de 2016. Les voy a contar una anécdota: nosotros creamos Vamos Campana con Pedro Orquiguil, Ariel Mosqueira, Carla Navazzotti, Lucía Di Fino, y luego se empezaron a sumar una serie de integrantes bárbaros, de los cuales estoy orgulloso porque con ellos conformamos un gran grupo humano. Junto a ellos decidimos crear un espacio ciudadano, es decir un punto de confluencia de sectores que a pesar de venir de distintos espacios e identidades políticas pudieran trabajar por un mismo proyecto de ciudad. Tratamos de que eso sea lo más grande posible, pero eso tuvo un límite. Chocó con intereses, decisiones, y también con posiciones de otros sectores con los cuales coincidimos en un montón de cosas en términos ideológicos y políticos, pero con los cuales mantenemos disidencias en términos metodológicos. Y ahí fue donde desde Vamos Campana tuvimos un freno a lo que fue ese espacio de unidad más amplio. Yo creo que lo que faltó fueron mayores niveles de discusión política, y creo que hemos aprendido de eso, y estamos dispuestos a enfrentar ese proceso de discusión política puertas adentro.
¿Por qué existe esa animosidad entre Vamos Campana, o mejor dicho, específicamente entre tu figura -porque por ahí no es contra toda la agrupación-, y La Cámpora? Se percibe que Vamos Campana quizás no tiene mayores conflictos con otras agrupaciones, ni siquiera se ve una animosidad de este tipo con el oficialismo, pero sí con La Cámpora. Estimamos que aceptás que esto que mencionamos existe, y la pregunta es, ¿por qué? ¿Cuál es su origen?
Eso se lo deberían preguntar a los chicos de La Cámpora. Nosotros animosidad en contra de ellos no tenemos y no la tenemos con nadie. Y mucho menos en términos personales. Nosotros discutimos política.
¿Y te sentís muy lejos de ellos en lo ideológico?
No. Lo dije recién. Creo que en un montón de cosas, y en lo ideológico, se coincide con un montón de espacios políticos opositores. Pero tenemos claramente un problema para ponernos de acuerdo en lo metodológico.
Porque vos habrás escuchado esta idea de que ‘’la gran esperanza’’ para derrotar a Abella en las próximas elecciones sería concretar la unión en un mismo espacio entre Vamos Campana y La Cámpora. Pero eso no está sucediendo…
Claramente que hoy no. Pero insisto: no sirve de nada que nos amontonemos. Porque si no lo único que hacemos es unirnos ‘’en contra de’’ y en realidad lo que nosotros proponemos es ‘’la unidad a favor de’’.
También nos han sugerido que ‘’LA’’ unión no es entre Vamos Campana y La Cámpora, sino entre Vamos Campana y la Jorge Varela (la agrupación liderada por María Eugenia Giroldi). ¿Qué opinión tenés de ella y qué tenés para decir de esta apreciación, de esta potencial unión de uds. con ellos?
Con la agrupación Jorge Varela nosotros tenemos una gran relación. Obviamente que son dos espacios cuyas identidades son distintas. Ellos vienen de un peronismo más duro, más ortodoxo, más histórico, más referenciado en el ex intendente Varela y en Stella Giroldi –y por eso el nombre-, y yo creo que Vamos Campana se trata más de la ‘’Política del Siglo XXI’’, se trata más de una nueva generación de dirigentes. Pero estas diferencias no nos antagonizan en absoluto, sino que somos complementarios. Vamos Campana y La Jorge Varela son espacios que pueden ser complementarios y que probablemente lo sean. El desafío nuestro es que, en un hipotético proceso de unificación, se logre esta complementariedad, y no que se termine generando una contradicción. O sea, que la complementariedad no pueda sostenerse en el tiempo.
Acá en el caso de La Jorge Varela y María Eugenia ya no estarías hablando de ‘’amontonamiento’’…
…dependiendo del proceso de unificación! La unidad es un proceso. Si solamente nos vamos a juntar, a unir, 10, 15 o 20 agrupaciones, el día del cierre de lista, para cerrar la lista e ir a las elecciones, eso es amontonamiento. No es ni siquiera un proceso. Un proceso de unidad se trata de comenzar un espacio de discusión, un espacio de confluencia, lograr una lista de puntos, un acuerdo programático, que después eso puede materializarse electoralmente o no. Es decir, nosotros en un espacio de unidad podemos lograr una agenda política desde el 2019 hasta el 2023 o hasta el 2027. Por darte un ejemplo, lograr que Campana pueda llegar a tener de vuelta pleno empleo como tenía antes del 2015, y que después electoralmente cada uno vaya por espacios distintos, o cuya ingeniería electoral sea diferente, significa que un proceso mínimo de unidad hubo en cuanto a un criterio. Ahora, si ese proceso solamente lo reducimos a un acuerdo de cierre de lista eso es un amontonamiento y ese amontonamiento no tiene correlato en términos de votos. Si Vamos Campana, La Jorge Varela y el sector de Unidad Ciudadana que lidera Romano nos juntamos el día del cierre de lista, cerramos la lista, y quedamos todos adentro, yo no creo que eso sea un ejemplo de unidad, sino un ejemplo de amontonamiento, y que no va a tener un correlato electoral porque en el camino va a quedar mucha gente decepcionada.
O sea, pasando en limpio, vos estarías dispuesto a llegar una unidad en la que en la previa haya reuniones, discusión…
(interrumpe) … tiene que haber un proceso de discusión. ¿Que tuvo que haber empezado antes? Seguramente. Pero todavía hay tiempo.
La decisión de llamar a la unidad, de convocar a las potenciales partes a unirse, ¿recae hoy en Soledad Calle? ¿O en quién?
No. Recae en todos, la política no institucional, informal, le permite a uno generar diversos ámbitos de diálogo, y el interlocutor o los interlocutores puede ser cualquiera.
¿Qué opinión tenés de Rubén Romano? Entendemos que en el seno del PJ/UC local no hay mucho margen al debate en cuanto a que el candidato será él…
Está bien. Es una opción. Es una alternativa, lo respeto… mirá… lo conozco desde que nací prácticamente, por cercanía familiar y un montón de cosas, y lo respeto mucho como político. Y por supuesto que como profesional también. Hay diferencias, pero que son mucho menores de lo que nosotros pensamos que son. Estamos tratando de darnos cuenta todavía de esas diferencias.
Recién dijiste que, a la hora de llamar a la unidad, ‘’el interlocutor o los interlocutores puede ser cualquiera’’. ¿Convocaste alguna vez vos?
Si, lo hice, pero no quiero hablar más del tema.
Pero lo intentaste, o sea, diste un paso en esa dirección.
Sí.
María Eugenia Giroldi nos comentó que participó de una reunión. ¿A uds. los invitaron a alguna?
No. A ninguna.
(silencio)
Por ejemplo con María Eugenia hablamos prácticamente todas las semanas y más allá del diálogo entre ella y yo, alrededor nuestro también hay diálogo entre la agrupación Jorge Varela y Vamos Campana, que demuestran en realidad que el diálogo es algo fácil. Es una cuestión de voluntad
¿Qué cosas buenas y qué cosas malas podés señalar de la gestión de Abella?
Como cuestiones buenas puede señalársele el continuar con la línea de trabajo que se viene haciendo previo a la asunción de Varela como intendente -creo que desde Dellepiane- que es continuar con las obras de infraestructura básica, tales como pavimento e iluminación. Campana aún en el siglo XXI tiene calles de tierra, o de tosca y me parece que es un despropósito, como también considero un despropósito que haya lugares de la ciudad como el barrio Las Praderas donde aún no hay agua potable. Pasa 3 veces por semana el camión de la municipalidad a darle agua a los vecinos porque no tienen agua potable, no tienen presión, parece la época de la colonia. Me da mucha tristeza que en el siglo XXI estemos discutiendo cosas del siglo XVIII.
Pero creo que lo positivo de la gestión de Sebastián Abella es que ha continuado esta línea, que no la ha roto. Se ha avanzado bastante en los barrios con lo que es pavimento, pero debe tenerse en consideración que con Stella Giroldi se terminó de pavimentar el casco céntrico, lo que le dio la posibilidad a Abella de empezar a pavimentar los barrios.
Como negativo yo pienso que no se están generando las políticas públicas necesarias para sostener el empleo. Hoy el empleo es una de las principales preocupaciones de los vecinos y por supuesto de nosotros como agrupación. Campana ha llegado a tener pleno empleo y hoy no existe eso. No se ha hecho prácticamente nada para sostenerlo y en ese sentido hay mucha flaqueza en la gestión municipal.
Nosotros tenemos una propuesta. Venimos hace rato trabajando con la necesidad de readecuar el régimen de promoción industrial, generando incentivos impositivos a todas aquellas empresas que se radiquen en la ciudad, a que todas aquellas ya instaladas amplíen sus instalaciones con la condición de que contraten mano de obra y que el 85% de ella sea local. Como así también la obra pública, porque vemos que mucha obra pública se está haciendo con empresas que no conocemos. Con la readecuación del régimen de promoción industrial también pedimos que la obra pública se haga con empresas de Campana, y que también contraten mano de obra local
Vemos que recorrés los barrios con regularidad, y que estás en contacto con la gente. ¿Qué te dicen? ¿Qué te dicen respecto a vos y a Vamos, y qué te manifiestan respecto al trabajo del municipio, a la gestión municipal?
Mucha gente a la cual le ha llegado el pavimento está contenta, y a la que aún no le ha llegado se la ve muy enojada. Porque hay muchos problemas en los barrios en cuanto a las calles de tierra y tosca. La gran preocupación del vecino, por lo menos de lo que nosotros escuchamos, es la situación económica y la situación del empleo. Notamos que existe una gran falta de oportunidades para los más jóvenes. Hablamos con familias que dicen ‘’mi hijo tiene 20 años, terminó de estudiar y no encuentra trabajo. No sabe dónde trabajar, no puede encontrar un trabajo fijo’’ y esta falta de oportunidades a los más jóvenes en el medio de este contexto económico dificilísimo es complicada. Entonces hay, por un lado, muchos vecinos contentos por el pavimento pero que se ven asfixiados por la situación económica y, por el otro, hay un montón de vecinos que ven que donde aún no llegó el pavimento el mantenimiento que se tiene que hacer de las calles, zanjas, luminarias es deficitario, con lo cual hay mucho enojo.
¿Querés comentar algo del tema de ‘’los audios’’, esos que se filtraron no hace mucho?
No, porque no creo que sea relevante.
¿Creés que ese episodio ha afectado en algún aspecto a la imagen en general de Vamos Campana? ¿O más bien creés que pasó de largo? ¿Diste vuelta la página ya, respecto a este tema?
Yo no creo que esas cuestiones sean relevantes a la hora de discutir cómo le resolvemos los problemas a los vecinos. Nuestra preocupación central es pensar cómo hacemos para que la gente que no tiene empleo consiga empleo, para que la gente que no tiene cloacas tenga cloacas, para que la que no tiene agua potable tenga agua potable. Después las discusiones políticas internas tienen que quedar en el lugar donde se dicen.
¿Qué opinás de todo lo que pasó en el Concejo Deliberante, y de todo lo que viene pasando porque es una polémica y un fuego cruzado que continúa?
Yo tengo una visión… que es personal. En los últimos años, sobre todo después de la vuelta de la democracia, después de la década del ‘90, las instituciones legislativas se convirtieron en las instituciones que más credibilidad perdieron ante la sociedad. Y esto que pasa en el Concejo Deliberante no ayuda para nada a devolvérselas. Se trata de instituciones a las que para mí deberían darle el significado democrático que tienen, que es la representación del pueblo en el gobierno. Creo que estamos viviendo una gran crisis moral, y que de esta crisis moral no se sale de esta manera. No se sale con este tipo de discusiones donde te das cuenta que de un lado y del otro se dicen cosas, y en ninguna de las cosas que se dice está el problema del vecino. ¿Qué es lo que vemos que se está discutiendo? Se está discutiendo quien administra el Concejo Deliberante y sus fondos. Y me parece que lo que se tiene que discutir es cómo hacemos para que la gente del barrio Las Praderas que no tiene agua potable ni presión de agua, les llegue el agua como corresponde. Se tiene que discutir cómo hacemos para que los jóvenes encuentren empleo. Estas discusiones están quedando ajenas. Están siendo opacadas por una discusión puramente administrativa. Y en esa discusión -que tiene que ver con recursos millonarios- vale todo. Y me parece que no corresponde, que no suma en nada a la hora de devolverle la credibilidad a las instituciones representativas, y no suma en nada a la hora de resolver los grandes problemas que tenemos los campanenses.
¿Qué opinión tenés sobre el tema de los asesores? Por un lado, está la cuestión de que unos los han calificado peyorativamente de ‘’ñoquis’’ (desde la U.V. Más Campana manifestaron, en mayo de 2018, que ‘’gracias al acuerdo entre Cambiemos, Unidad Ciudadana y el Frente Renovador, llenaron el Concejo Deliberante de ñoquis” [más info]), y con respecto a esto la pregunta es ¿creés que son necesarios? Y por el otro lado está el tema de que muchos de ellos siguen aún sin cobrar sus haberes, lo que los pone en una situación de gran vulnerabilidad a ellos y a sus familias.
Hay algo que me llamó la atención cuando pasó todo esto del H.C.D., que es que se habló de ‘’la ruptura de un acuerdo’’. Yo no sé de qué acuerdo hablan pero te puedo decir que no soy concejal y que quienes te pueden decir si necesitan asesores son ellos. Yo sí fui Consejero Escolar hasta noviembre del año pasado, y no necesité asesores, pude prescindir de eso. Pero son dos actividades totalmente distintas, y los concejales sabrán. Si los necesitan, que estén está bien. Y si no los necesitan, es un despropósito que estén.
No obstante vuelvo a insistir con todo esto que está pasando en el H.C.D., y no solo respecto del tema de los asesores, sino que hablo en términos generales: entre las discusiones políticas hay muchos trabajadores que han quedado en el medio. No hablo solamente de los asesores, sino de muchos trabajadores. Todos los concejales y el Poder Ejecutivo municipal tienen que pensar en esos trabajadores que hoy quedaron en el medio de una balacera y que seguramente no la estén pasando bien.
Respecto a tu rol como Consejero Escolar, ¿qué pudiste ver de las escuelas? ¿Qué conclusiones pudiste sacar tras esta experiencia?
Lo que noté fue la gran burocracia que hay en el Estado. En este caso, el Consejo Escolar es el representante de la Dirección General de Cultura y Educación en el distrito, y mi trabajo se centró en romper esa burocracia, en no quedarme en el escritorio sentado esperando que los problemas vengan a mí para archivarlos en una carpeta. Traté de salir, de recorrer las escuelas todo lo que pudiera, y muchas veces me han retado o criticado por no cumplir reglas del Consejo Escolar, como seguir el curso jerárquico (personal auxiliar, directivos y consejo). Pero yo entendía que muchas veces, cuando se trataba del sueldo de los auxiliares, no podía esperar a que me traigan una nota por escrito: yo tenía que resolverles el problema porque de eso dependía si tenían para comer o no. Mi trabajo se centró en romper esa burocracia, en romper esa cadena que hacía que todo ‘’quedara para mañana’’, y creo que en muchos aspectos lo logré. Y todo en un año muy complicado en el ámbito educativo, donde hubo un nuevo sistema de licencias que complejizó mucho el cobro de los reemplazantes de los auxiliares, donde en términos educativos hubo mucha discusión en cuanto al recorte presupuestario, y por supuesto lo que sucedió en Moreno. El año pasado fue un año caliente en cuanto a las políticas educativas en la provincia de Buenos Aires, y yo traté de ponerle el pecho en la calle, y pensando siempre que hay que terminar con esta burocracia estatal que deja los problemas de la gente para mañana. Y empezar a resolverlos hoy. Creo que cumplí con esa meta que me propuse, y de hecho tengo un cuaderno con todos los casos que fui resolviendo. Los fui anotando porque eran muchísimos. Pero creo que, en cuanto a mis expectativas, lo cumplí.
Vos sos una persona que estudió política. En nuestro caso, como periodistas, notamos una gran distancia -un mundo- entre lo académico y lo que luego sucede en la práctica real del periodismo. Vos, entre tu formación académica y política, y el ejercicio real de la política en las calles, en el día a día, ¿qué diferencias notás?
Bueno, ahí tengo una dualidad. Porque si bien estudié Licenciatura en Relaciones Internacionales y había empezado a hacer la maestría, me crié en una familia militante. Y, a su, vez académica. Entonces conozco las dos caras de la moneda y creo que me gusta más la parte militante que la académica. Pero eso no quita que lea a diario, que me informe, porque leer es algo que me apasiona. Tengo una biblioteca que fui construyendo yo y a su vez robándole libros a mi viejo, libros que hoy no se consiguen y que él tiene. Entonces creo que sabiendo lograr la combinación entre la teoría y la práctica se pueden lograr grandes cosas, y ese es el camino que estamos construyendo nosotros. Porque Vamos Campana no es solo un espacio de vecinos militantes: también es un espacio de vecinos formados, preparados, que tienen un montón de ideas y de propuestas para presentarles a los campanenses. Por ejemplo Carla Navazzotti, como licenciada en RRHH, Lucia Di Fino como psicóloga, y así una gran cantidad de integrantes de Vamos Campana que da orgullo ver cómo no se quedan en lo que es la simple literatura sino que les gusta andar en el barro, les gusta salir a la cancha. Yo la veo a Carla Navazzotti y es impresionante lo que labura esa chica y el laburo social que hace. A mí me deja sorprendido porque en ese sentido yo no le puedo seguir el ritmo. Yo creo que ella, desde el punto de vista social, es la persona ideal para cumplir roles políticos, y no solamente por su capacidad de trabajo sino por su sentido de solidaridad.
Con Carla Navazzotti y Lucía Di Fino, y con ‘’Vamos Mujeres’’ en general, vos ¿estás alineado? Es decir, ¿compartís la perspectiva de género con ellas y con esa sub-agrupación dentro de Vamos Campana? ¿Cómo se dio Vamos Mujeres?
Es una discusión que se generó desde Vamos Campana, y es un espacio que crearon las mujeres de Vamos Campana. Y como el movimiento feminista en sí, trascendió a Vamos Campana.
Dentro de Vamos Campana también hay visiones distintas respecto a las cuestiones relacionadas al feminismo. Por ejemplo, el tema del aborto. Hay gente que está a favor del aborto legal, seguro y gratuito, y hay gente que no. Yo creo que la madurez que demostró Vamos Campana es que esas dos visiones, que a priori parecerían irreconciliables, puedan convivir normalmente. Creo que es un ejemplo de madurez política que en muy pocos lados se da.
En línea con lo que estás diciendo, se puede inferir que estás de acuerdo con aquello que dijo Cristina en la ‘’contracumbre’’ del G20, respecto a que "No puede haber una división entre los que rezan y los que no rezan. División que no es nacional y popular. Es un lujo que no nos podemos permitir. Porque en nuestro espacio hay pañuelos verdes pero también hay celestes. Tenemos que aprender a aceptar eso sin llevarlo a la relación de fuerzas" [VER MAS]. ¿Es así?
Estoy completamente de acuerdo con Cristina. Yo creo que con cuestiones tan sensibles no vamos a estar nunca todos de acuerdo, pero tenemos que aprender a convivir en la diversidad. Hay puntos centrales en donde confluimos y los cuales compartimos sin reparos, y nosotros nos centramos en esos puntos. Después, las visiones que tiene cada uno sobre cada tema en particular no pueden hacer que no podamos trabajar políticamente en conjunto. Yo lo dije cuando fue la discusión sobre el aborto en la Cámara de Diputados. Esa discusión nos tenía que servir para crecer como democracia. Yo tenía una posición tomada y la hice pública, y había gente de Vamos Campana que tenía otra postura. Eso a nosotros no nos llevó a enfrentarnos, insultarnos, ni nos fragmentamos. Nos respetamos y eso es fundamental entenderlo: el respeto político más allá de las diferencias. Si hay puntos de confluencia que nos permiten sentarnos en una mesa y compartir una construcción política, al margen de las cuestiones que nos diferencian, bárbaro, y si no podemos confluir en esos temas los discutiremos públicamente para ver cuál es la mejor propuesta política. Que es lo que nos pasa con Cambiemos: no coincidimos en la centralidad de su esquema y en su definición política. No coincido, y yo no puedo hacer absolutamente nada con Cambiemos, pero sí con Lucía Di Fino, con Rosana Frattini, con Carla Navazzotti, con Ariel Mosqueira, con Maximiliano Saucedo, porque aunque todos tenemos visiones distintas de la realidad coincidimos respecto a cuál es el camino. Con Pedro Orquiguil… somos dos generaciones totalmente distintas. Él está en un lugar de acompañamiento, de asesor, de orientador, y con él discuto mucho. Ustedes no se dan una idea de las discusiones que yo tengo con Pedro. Ahora, lo que tenemos en claro es cuál es el camino, y eso nos permite a nosotros seguir para adelante más allá de estas discusiones que se van dando. Sabemos cuál es el rumbo, y eso habla de que hay un espacio de madurez política en Vamos Campana que lo diferencia del resto.
Esta pregunta se la hicimos también a María Eugenia Giroldi en nuestra última entrevista [CLICK AQUÍ], y creemos que está buena para comparar. En los escenarios ciudad, provincia y nación, ¿dónde ves más posibilidades de derrotar al macrismo hoy por hoy? ¿Qué posibilidades ves en cada una de estas esferas? Respecto a Campana algo ya respondiste, pero ¿cómo ves las cosas en provincia y nación?
Es difícil esta pregunta. Yo estoy convencido de que se puede ganar en las tres esferas. Ahora, también estoy convencido de que para lograr eso hay que hacer un montón de cosas, y que desligándose de esas responsabilidades no lo vamos a lograr. Yo creo que la oposición, o parte de la oposición, tiene todas las herramientas al alcance de la mano para tomarlas y generar un proceso electoral ganador que le ponga un freno a las políticas que le están haciendo mucho daño a la sociedad, a la gente, al vecino. La capacidad nuestra, y de este mundo opositor que es tan diverso y grande, es poder tomar esa herramienta, poder aprender a compartirla, a discutirla y transformarla en un motor de triunfo.
En Campana ya hemos hablado de que sigue sin suceder. Pero a nivel provincia y nación, ¿vos ves que se esté haciendo algo en pos de la unidad de la oposición, con el objetivo de derrotar al macrismo en las urnas en octubre?
Ese proceso de unidad, que decanta desde arriba hacia abajo, desde lo nacional a lo local, que acá por ahí está llegando un poco tarde o no sé si está llegando… (risas)… creo que la gran diferencia que hay entre lo nacional y lo local es que a nivel nacional hay un patrón ordenador. En la oposición hay dos o tres figuras, siendo Cristina la más importante, que pueden ordenar la política. Cristina por supuesto desde el rol de la dirigente con mayor potencialidad electoral de la oposición.
¿Ella sería tu candidato ideal para la presidencia?
Sí. Ella es ese patrón ordenador Y acá en campana carecemos de un patrón ordenador, y esa es la gran dificultad que tenemos.
¿Creés que ser ‘’hijo de’’ tuvo en tu carrera política alguna influencia, ya sea negativa, positiva, o ambas?
Siempre hay prejuicios, positivos y negativos, en cuanto a una persona y sobre todo cuando se lanza al terreno de la política que es el terreno de lo público. Yo estoy orgulloso de la familia de la cual provengo, estoy orgulloso de mi viejo, y obviamente hay gente a la que le caigo bien, y hay gente a la que le caigo mal. Mi meta es trabajar para que todo lo que haga sea para el bien común. No puedo cargar con la mochila del pasado, positiva o negativa, como tampoco lo puede hacer María Eugenia (Giroldi). No lo tiene que hacer, porque cada uno tiene que construir su propio camino. Sí sucede que uno se ve salpicado en términos históricos, en todo lo que hace, en el día a día, por la experiencia que uno tiene, por la herencia desde lo genético hasta lo psicológico que uno tiene de sus padres, pero yo creo que nosotros tenemos que construir nuestro propio camino porque los momentos donde nuestros padres hicieron política es distinto al momento que nosotros estamos haciendo política ahora. Entonces no prescindir de la experiencia de esas personas es fundamental para que yo, María Eugenia, y un montón de militantes políticos en Campana puedan construir su camino. Y yo quiero construir el mío.
Para finalizar, y en base a lo que nos has dicho hasta ahora, si a vos y a Vamos Campana los convocan formalmente y los invitan a sentarse a una mesa de discusión, en pos de una unidad ¿aceptan? ¿Están dispuestos a eso?
Si, vamos a participar. Si nos invitan, vamos a participar. Y si hay que discutir, vamos a discutir, y si luego de la reunión nos podemos abrazar, mucho mejor.
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