Alonso: "Que el show no tape la realidad"
- Loana Vietta

- 9 oct
- 2 Min. de lectura
La diputada provincial Soledad Alonso criticó con dureza el recital del presidente, al que calificó como una “puesta en escena” para ocultar la crisis económica, la corrupción y el ajuste que atraviesa el país. Alonso denunció la “doble vara judicial y mediática” y llamó a “cambiar el rumbo” en las elecciones del 26 de octubre apoyando a Fuerza Patria.

Mientras la Argentina atraviesa una crisis económica y política sin precedentes, el presidente protagonizó un recital que, lejos de ser un acto cultural, fue una puesta en escena para intentar tapar el hambre, la desocupación y los escándalos.
El show no puede tapar la realidad: este es un gobierno marcado por la corrupción. Desde el propio presidente, por la estafa de $Libra; las coimas que involucran a su hermana, Karina Milei; y los presuntos vínculos con el narcotráfico de su principal candidato en la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, que tuvo que renunciar a su candidatura por sus lazos con Fred Machado, cuya causa la Corte Suprema mantuvo cajoneada durante cuatro años y recién ahora declara procedente su extradición. La doble vara judicial avanza.
Los medios internacionales hablaron de surrealismo, ira y autocelebración. Y no se equivocan: detrás del escenario de luces y aplausos hay un país en crisis. Un mandatario que canta en el Movistar Arena, se aplaude a sí mismo y es sostenido por un grupo de personas capaces de justificar este desastre con tal de que no vuelva a gobernar el peronismo.
Increíble pero real: todo esto ocurrió mientras el gobierno ajusta a los jubilados, recorta en discapacidad, veta leyes importantes y deja a miles sin trabajo. Nos endeudan ferozmente, se fugan capitales, hay tarifazos, inflación ficticia, parálisis de la obra pública y cierre de PyMEs. Aun así, el gobierno organizó su propio recital para cumplir con la fantasía adolescente del presidente.
Hablando de doble vara, a Cristina se le criticaban las cadenas nacionales largas, su vestimenta y sus modos. Y como si hiciera falta más contraste, hoy si Cristina baila en un balcón donde cumple su condena, es escándalo nacional.Pero si el presidente de la Nación arma un recital cachivache y vergonzoso en medio de una crisis económica y política: total normalidad.
Mientras adentro se montaba un espectáculo de vanidad, afuera había represión. Porque ese también es el sello de este tiempo: si no hay pan, que haya circo; y si no hay ideas, que haya palos.
La excusa de la noche fue la presentación de un libro que recopila sus discursos y repite capítulos del libro anterior. Lo llamó “milagro”, pero el único milagro hoy es llegar con plata a mitad de mes, sostener la olla en los comedores o pagar la luz sin endeudarse. El mundo lo ve con asombro. Nosotros lo vivimos con bronca y con dolor.
El 26 de octubre tenemos una oportunidad inmensa de cambiar este rumbo. Somos un país que no se resigna. Si creíste en su palabra y te decepcionó; si ahora ves que el ajuste no lo está pagando la casta; sino vos, tenés que saber que hay otro camino. Y es con Fuerza Patria.




















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