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Violencia y miedo en las madrugadas de Campana

Cada fin de semana, las afueras del boliche “Cielo Pub”, en Jean Jaurès 510, son escenario de peleas callejeras, gritos, motos, disturbios y patrulleros. Una vecina del barrio cuenta cómo es vivir entre sobresaltos, miedo y noches sin descanso.

Las peleas afuera de Cielo Pub son moneda corriente. La policía, muchas veces, no puede controlarlas.
Las peleas afuera de Cielo Pub son moneda corriente. La policía, muchas veces, no puede controlarlas.

“Esto pasa todos los fines de semana. Las peleas, los gritos, las motos acelerando a fondo, los pibes tirados en la calle, la policía que no da abasto… no se puede dormir”. Así empieza el testimonio de una vecina que vive a metros de Cielo Pub, el boliche bailable ubicado en Jean Jaurès 510, en pleno casco urbano de Campana.


Este último fin de semana no fue la excepción: alrededor de las 6 de la mañana del domingo, una nueva pelea violenta se desató en las inmediaciones del local nocturno. “Me despertaron los ruidos, levanté la persiana y empecé a filmar desde mi habitación. Eran muchos. Estuvieron largo rato, se movían de una esquina a otra, hasta que se fueron”, relató la vecina, que grabó parte del episodio.


Según su testimonio, estos disturbios ocurren aproximadamente “una o dos veces por mes”, aunque el movimiento, el ruido y el descontrol en la cuadra son constantes los fines de semana: “Los autos estacionan en la cuadra, la gente se queda sentada en las veredas, se escuchan gritos toda la madrugada. Es imposible descansar”.


Sobre la actuación de las fuerzas de seguridad, fue tajante: “La policía hace lo que puede. Viene un patrullero, pero si son dos policías y hay veinte pibes peleándose, ¿qué pueden hacer? Se quedan ahí parados, tratando de que se dispersen. Esta vez, había una moto que no los dejaba pasar para que le sigan pegando a uno. Es un descontrol”.

Uno de los puntos que genera mayor preocupación entre los vecinos es la reiteración de estos hechos y la sensación de impunidad: “Esto viene pasando desde hace años. El único momento de paz fue cuando lo clausuraron por un tiempo. Pero como las peleas son afuera y no adentro del boliche, el municipio no puede hacer mucho. Y como nadie se anima a hacer denuncias formales, la cosa sigue igual”.


La vecina consultada asegura que hay temor en el barrio. “Yo sé que tengo que hacer la denuncia, me lo dijeron del municipio. Pero los vecinos tienen miedo. Nadie se quiere meter. Yo filmé esto porque estoy cansada. Cansada de no poder dormir los fines de semana y porque tengo miedo que un día una de estas peleas termine en una tragedia”.


Y concluye: “Esto termina mal. Hasta que no pase algo grave, no van a hacer nada. Por eso es importante que se hable. Porque mientras el barrio siga en silencio, nada va a cambiar”.


Esto fue lo que ocurrió este sábado:



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