La Subsecretaría de Derechos Humanos apelará la prisión domiciliaria del genocida zarateño Di Napoli

Luego de que se conociera la decisión judicial del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°2 de San Martín de otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria al Dr. Di Napoli, quien es juzgado por crímenes de lesa humanidad, desde el espacio estatal encabezado por Matías Moreno informaron que apelarán la decisión.

Di Napoli cumplirá la domiciliaria en la casa de su hijo en Zárate

Hace algunos días se conoció que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°2 de San Martín le otorgó la prisión domiciliaria al médico genocida Omar Edgardo Di Napoli de la ciudad de Zárate, quien está siendo juzgado por sus crímenes durante la última dictadura militar en el área. Por ello, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires apelará esta decisión.

“El beneficio fue otorgado de forma automática porque es mayor de 70 años por los jueces Daniel Alberto Cisneros y Eduardo G. Farah -Walter Antonio Venditti votó en disidencia-. En la decisión, no trató a la excepcional situación por el covid-19 como habían pedido los defensores de Di Nápoli, sino que simplemente los jueces ordenaron la prisión domiciliaria por el hecho de que el imputado cumplió setenta años”. expresa el comunicado publicado por la subsecretaría.

Además detalla que Di Napoli cumplirá la reclusión en una casa cerca del domicilio de unas de las víctimas “La domiciliaria se cumplirá en la casa de su hijo, que es un médico de Zárate. Ese domicilio está apenas a cuadras de la vivienda de una de las víctimas del juicio, por lo que la Subsecretaría la está asistiendo con el Programa de acompañamiento”.

“La aplicación automática del instituto de la prisión domiciliaria por la mera acreditación del natalicio contradice los tratados internacionales de los que Argentina es firmante, que obligan al Estado a investigar, juzgar y condenar debidamente los delitos de lesa humanidad” finaliza.

Cabe destacar que Di Napoli se encontraba en prisión por los crímenes de lesa humanidad que cometió durante la última dictadura, donde, por su condición de médico, era el encargado de “controlar” las torturas a los detenidos para evitar su muerte y así poder continuar con los castigos.