Santa Lucía, el barrio olvidado
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Santa Lucía, el barrio olvidado

En Campana existen personas que viven sus vidas sin agua corriente, sin servicio de energía eléctrica, sin cloacas, sin pavimento, sin veredas, y sin recolección de residuos. Vecinos que varias veces al año sufren inundaciones en las que lo pierden todo. Que conviven con pastos que alcanzan los dos metros en los que proliferan las ratas y las culebras. Esta descripción corresponde al barrio Santa Lucía, el barrio olvidado. ''No pedimos una plaza, pedimos lo indispensable para no enfermarnos, para no correr peligro, y para tener un poco de dignidad'', expresaron los vecinos, que tomaron la decisión de hacerse recordar.

Una postal del barrio: basura acumulada, pastizales que crecen sin control, y falta de veredas y pavimentos.

Resulta difícil de creer, pero en Campana, una de las ciudades mas industrializadas y ricas del país -y también una de las mas beneficiadas económicamente por los gobiernos nacional y provincial- existen zonas urbanas en las que se vive como en la Edad Media.


A la vera de la ruta N° 6 -actualmente en condiciones deplorables-, a mitad de camino entre Campana y Zárate pero en territorio campanense, se encuentra el barrio Santa Lucía. Sus habitantes, hartos de la desidia y del abandono estatal, se organizaron y redactaron un documento con todas las deficiencias que sufre el barrio, todas ellas de gravedad, y que los colocan en una situación de absoluta indignidad que no merecen.

Ante la presencia de Ruben Carneiro del canal local, y también de militantes peronistas identificados con María Eugenia Giroldi, un vecino de nombre Luis Olivera leyó en voz alta el documento. Cada párrafo describió una realidad difícil de creer para los tiempos que corren. En el B° Santa Lucía no se está hablando de internet de banda ancha o de telefonía 4G o 5G: se está hablando de agua, de electricidad, de cloacas, de basura, de derechos humanos básicos.


El documento es una carta dirigida al intendente Sebastián Abella. Le solicitan que se haga presente en el barrio, o que envié a su equipo de trabajo ''para constatar las graves necesidades que describiremos a continuación, y provea lo conducente para paliarlas''

Luis Olivera, vecino del barrio, leyó ante miembros de la prensa local una carta dirigida al intendente Abella en la que se enumeran las graves problemáticas que azotan al vecindario

Los vecinos dicen que han intentado conseguir la ayuda del presidente de la Sociedad de Fomento pero ''con resultado negativo''. Es que éste argumenta que aquellos y sus casas no pertenecen al barrio Santa Lucía. ''Esto no es verdad'' le manifiestan en la carta al intendente, y agregan que ''podrá constatar usted mismo que según plano catastral nuestras viviendas están ubicadas dentro del mismo''.

  • FALTA DE AGUA CORRIENTE

Respecto al insumo más básico para la vida humana, la situación del vecindario es alarmante: una manguera atraviesa la calle, y ésta se va pasando de vivienda en vivienda para su distribución. Pero no es el único problema: el agua escasea, no siempre sale, y cuando lo hace es a una presión muy baja que ''apenas nos permite llenar algunos baldes'', expresaron.

Fernando Escobar habló con Rubén Carneiro y detalló los graves problemas del barrio
  • FALTA DE UN SERVICIO INTEGRAL DE ENERGIA ELECTRICA

Los vecinos admiten abiertamente estar ''enganchados'' de la luz que pasa por la calle, por no tener otra opción. Incluso están perfectamente al tanto del peligro que constituye depender de una conexión clandestina, realizada por no-profesionales. Al respecto, manifestaron tener la intención de contar con un servicio y pagar por él ''a pesar de nuestros escasos recursos''. ''No elegimos estar enganchados: no nos queda otra'', aseguraron. Además, la falta de luz en las viviendas y en la calle representa para todos ellos un grave riesgo para su seguridad: ''después de las 8 de la noche, no podemos salir de nuestras casas''.

  • FALTA DE CLOACAS

Los residuos cloacales terminan literalmente en una zanja, la cual se ubica a escasos metros de los frentes de las viviendas (todas precarias, ubicadas en las calle Carriego, última calle perpendicular a la ruta, por mano derecha en dirección Zárate-Campana). En dicha zanja se acumulan los desechos, se amontona la basura, y proliferan las ratas. ''Convivimos con la contaminación, la basura, los roedores, un verdadero caldo de cultivo de todo tipo de enfermedades, y con el peligro de que uno de nuestros hijos o abuelos caiga a la misma intentando cruzar'' afirmaron. El foco infeccioso, la amenaza sanitaria, es enorme. De otra época (muy lejana).

Agua y basura de todo tipo acumulada en una zanja, a escasos metros de las casas de los vecinos. Los chicos juegan, corren, y se recrean en contacto directo con esta gran amenaza sanitaria.
  • FALTA DE SERVICIO DE RECOLECCION DE RESIDUOS

Por el barrio no pasan los camiones recolectores del municipio. ''Debemos quemar la basura nosotros -manifestó el vecino Fernando Escobar- lo cual es altamente tóxico y peligroso''

  • FALTA DE PAVIMENTACION Y DE VEREDAS

Los vecinos aducen que sólo circulan por una calle, y que ésta ha sido trazada de forma precaria. Y no mienten en absoluto: es extremadamente angosta, solo tiene una mano, y carece por completo de veredas. Esto genera que deban caminar con sumo cuidado, y con un doble peligro: el de caer a la zanja, o el de ser atropellado por un vehículo.

Basura y agua estancada, a metros de las viviendas. No hay cloacas. No hay recolección de residuos.
  • INUNDACIONES CONSTANTES

El Santa Lucía está ubicado en una zona baja entre la ruta 6 y el barrio San Luciano. Allí se forma una especie de olla donde el agua se acumula, motivo por el cual el reclamo recurrente al municipio es el rellenado de los terrenos lindantes (terreplenes) para dar solución definitiva al problema. Hablando al micrófono de Carneiro, Escobar manifestó que ''nos inundamos no menos de tres veces al año. El agua nos llega a las rodillas, y perdemos los pocos muebles y pertenencias que tenemos. Además, nuestras familias se enferman, y una vez que el agua se va, las viviendas quedan con la marca''

  • FALTA DE CORTE DE PASTIZALES Y MANTENIMIENTO DE TERRENOS

Este quizás sea el problema más evidente, más fácilmente palpable. Hay zonas con pastos que alcanzan los dos metros, y los perímetros de las casas están totalmente cubiertos. Los vecinos combaten esta realidad ''como pueden'', dado que las superficies son extensas y no poseen el herramental necesario. En este contexto, la seguridad y la integridad física de las personas se ven seriamente comprometidas. ''Las culebras y ratas nos invaden, incluso dentro de nuestras casas''. Nadie puede vivir así.

La enumeración de problemáticas del barrio termina, y el documento desemboca en un epílogo desesperado, un pedido casi suplicatorio de soluciones a problemas que le impiden a todo un barrio llevar una vida digna: ''Como usted podrá comprobar, no vivimos dignamente, lo básico no existe, estamos olvidados, marginados, y pareciera que nosotros no somos vecinos. No contamos ni con lo esencial. Recurrimos a Ud., como nuestro representante, para paliar estas contingencias. No pedimos una plaza, pedimos lo indispensable para no enfermarnos, para no correr peligro, y para tener un poco de dignidad.

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