''Resistiremos como podamos, pero estamos perdiendo'', Leonardo Maldonado, sobre la UniCABA
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''Resistiremos como podamos, pero estamos perdiendo'', Leonardo Maldonado, sobre la UniCABA

Finalmente se aprobó ayer la creación de la UniCABA, sólo con votos macristas y con represión en las afueras de la legislatura porteña. El proyecto apunta a la creación de una universidad que concentre la formación docente y, denuncian, a la progresiva desfinanciación y eliminación de los institutos terciarios. Leonardo Maldonado, docente y comunicador social de Campana, opinó al respecto.

En medio de fuertes protestas y de represión policial, el oficialismo de la mano de la alianza ''Vamos Juntos'' (interbloque que auna a la Coalición Cívica de Elisa Carrió y al PRO de Horacio Rodríguez Larreta) aprobó en absoluta soledad en la sesión ordinaria de este jueves de la Legislatura Porteña la creación de la UniCABA. En pocas palabras, se creará una universidad en la ciudad de Buenos Aires que concentrará la formación docente de gestión estatal. El proyecto aprobado, además, insta a los docentes de la CABA sin formación universitaria a que obtengan un título superior.

El proyecto no obtuvo ningún voto positivo del arco opositor, porque el rechazo fue total: docentes, alumnos, centros de estudiantes, autoridades de entidades educativas terciarias tanto privadas como públicas, y un sinfín de referentes e intelectuales mostraron su desacuerdo por tratarse de un proyecto ''inconsulto'', ''irresponsable'', ''innecesario en un contexto educacional en el que abundan las urgencias'' y, fundamentalmente, porque entienden que ''busca la progresiva eliminación de los institutos terciarios de formación docente'' y la consiguiente amenaza de pérdida de puestos de trabajos de personas sumamente calificadas.

“Construir un proyecto donde no hay una necesidad y no darle respuesta a donde sí la hay, es de una irresponsabilidad muy grande. Es un disparate que la Ciudad se endeude para crear una universidad, cuando esa necesidad ya está cubierta por los 29 Institutos de formación docente están destruyendo a institutos que son centenarios” manifestó la legisladora porteña por Unidad Ciudadana Lorena Pokoik, quien además es vicepresidenta del PJ porteño.

También se manifestaron dirigentes de izquierda como Roy Cortina, legislador del Partido Socialista, y Gabriel Solano, del Partido Obrero. El primero afirmó que “la comunidad educativa jamás fue consultada en serio, y se enteró de este proyecto por los medios de comunicación. Es preocupante y vergonzosa la falta de intelectuales que sostuvieran esta ley, me llama la atención el silencio de los diputados del oficialismo”, en tanto que el dirigente trotskista consideró que “este proyecto apunta a terminar con los 29 Institutos de formación docente y reemplazarlos por esta UniCABA precarizadora, como toda ley que no es consensuada tiene que ser tratada en medio de gases lacrimógenos y represión”.

En Campana, quien se expresó sobre este tema que preocupa al colectivo estudiantil y docente no sólo en la CABA sino también a nivel nacional -porque se estima que este sea el primer paso para una movida similar en el resto del territorio argentino- fue Leonardo Maldonado. A través de su cuenta de facebook, el reconocido docente -Lic. en Comunicación Social egresado de la U.B.A. y cineasta- expresó lo siguiente:

 

Hoy es un día tristísimo para la educación argentina. El Pro cerró 29 terciarios para formar la UniCaba. Es un proyecto claro de ajuste.


En la estructura de la educación argentina, el nivel superior comprende los terciarios y la universidad. Cada uno tiene su rol. Estudiar en el nivel superior te cambia la vida intelectual, emocional, sociocultural y laboralmente. A mí me pasó en ambos: lo primero que me enseñó la universidad pública es que en nuestro país hubo un genocidio (el secundario no me lo había enseñado: sólo me mostró, de modo descontextualizado, sin guía ni debate, La noche de los lápices, y quedé aterrorizado).


Jamás olvidaré esto: lo primero que vi en Ciudad Universitaria cuando entré para rendir mi primer parcial de UBA XXI fue una gran bandera con muchos de los rostros de los 30.000 desaparecidos. Fue un impacto enorme, muy fuerte. Sociales hizo el resto: la comunicación, la semiótica, el cine, los medios, la sociología. Fui muy feliz en esos años de alumno universitario. Y en 2004, cuando se abrió la carrera de Comunicación en mi ciudad natal, empecé a trabajar en un terciario. Lo había hecho en colegios secundarios y en universidades privadas varias, en CABA y alrededores. El terciario también me cambió la vida: me permitió volver a vivir en mi ciudad y trabajar a pleno de la docencia, que me gusta. Me permitió cursar el Tramo pedagógico que posibilitó que titularizara 12 módulos en este nivel. Cada año, en los institutos terciarios donde trabajo, que ahora son dos (hasta hace poco eran 3) conozco grupos nuevos y cambio textos y programas de mis clases, estudio, investigo. Y sé cómo a mis alumnos el terciario les cambia sus vidas.


Me han pasado muchas cosas: por ejemplo, un alumno, una vez, me dijo que odiaba a "esa vieja de mierda de la Bonafini", y a mí me chocó tanto, y al final de la carrera tenía otra visión de los organismos de Derechos Humanos. Veo cómo nuestros alumnos, a medida que avanzan, mejoran en muchos aspectos: conocimientos, apropiación del lenguaje. Algunos entran muy jovencitos y uno los ve egresar adultos. He visto cómo se han formado algunas parejas (¡qué más tierno que estudiar a Habermas enamorado del otro/a/e!). Algunos se acercan porque quieren decididamente ser profesores y otros, tal vez más grandes, porque quieren ampliar sus conocimientos, por "cultura general", digamos.


En los terciarios tenemos una relación más estrecha o cercana con los alumnos. Nos llegamos a conocer bastante, en algunos casos. No hay uno, creo yo, que quede indemne al pasar por el nivel superior. Los veo con sueños y con intereses diversos. Vienen con distintas edades, los grupos son riquísimos. Yo me llevo mucho de cada uno cada año.


Pero hoy ganó el Pro. Hoy se cerraron 29 profesorados. Y ahora van a seguir con el ajuste en la provincia de Buenos Aires. Nos va a tocar a todos. No están autorizando la apertura de carreras en algunos distritos, Vidal no abrirá las inscripciones en febrero/marzo (meses en los que se anotan muchos), tan sólo en diciembre, para que no se llegue al cupo mínimo (20 inscriptos) para que se abran las carreras en 2019, quieren dar un año una carrera y al otro otra, y así. También irán por nuestra jubilación docente.


Quieren un pueblo sometido. Ni siquiera un pueblo. Porque la noción de pueblo implica que sus integrantes tienen conciencia de que pertenecen a un colectivo. Quieren individuos pasivos, no instruidos, serviles, sumisos, que no crezcan intelectualmente ni adquieran conciencia crítica. Es el plan del neoliberalismo. Es el plan del FMI. Quieren obreros y mucamas. Es la vuelta al Asilo Unzué, que tanto investigué y sobre el que hice un documental.


Pero no es nuestro plan. No es el plan de los docentes de las escuelas públicas argentinas. No es el plan de los que hoy fueron reprimidos en CABA. Nosotros queremos los terciarios abiertos. Pero estamos perdiendo. Y lo sabemos. Nos hacen vivir en la incertidumbre, como dijo Esteban Bullrich cuando fue ministro de nuestra área (no sabe nada de educación, es un CEO con millones en el exterior).


Estamos perdiendo. La CGT es la gran culpable desde el minuto uno desde que asumió Macri. Seguiremos y resistiremos, pero sabemos que esta gente, Pro y aliados (peronistas racionales, UCR, Carrió, etc.), vino por todo. Yo diría que para aniquilarnos como pueblo. Y siento que no exagero ni que estoy paranoico. Hoy es un día muy triste para la educación de nuestro país. Esta es mi catarsis en un día como hoy. Resistiremos como podamos, pero estamos perdiendo.

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