“Mi trabajo siempre ha sido reunir personas y estimular espacios creativos”
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“Mi trabajo siempre ha sido reunir personas y estimular espacios creativos”

Actualizado: 16 sept 2020

Adrián Quinteros es un artista “multitasking”, que ordena en la escritura todas sus vetas creativas, está presentando su último libro “El Grito Labrado”. Dialogó con nosotros sobre su trabajo, la combinación de géneros, el rol del arte, la cultura actual y la presentación virtual de su libro en vivo este viernes.

Campanense con residencia hace más de 15 años en Capital Campana, Adrián Quinteros es un artista que aún mantiene el vínculo con la zona delta - portuaria. En la previa de la presentación de su último libro “El Grito Labrado”, charlamos con él sobre su trabajo, la combinación de géneros, el rol del arte, la cultura actual.


El Grito Labrado, es un libro de poesía y ensayos, de una lectura dinámica e interesante, que combina la escritura en prosa con una reflexión sobre la actualidad. Ya está disponible a la venta, en Campana puede conseguirse en “Biblos” y en Zárate en “El Juanele”.


  • Sos una persona multifacético, no sólo desarrollas la escritura sino también la música, la gestión cultural, la actuación, tu trabajo en torno a la salud mental y el arte contemporáneo ¿en qué punto o en qué lugar combinan todos esos aspectos de tu vida?

El arte contemporáneo engloba muchas disciplinas, la música, la gestión cultural, el trabajo que hago como tallerista y coordinador en salud mental decantan en la escritura. Todas las observaciones que hago de la vida misma y de las disciplinas que desarrolló las empiezo a ordenar desde ahí. Y a partir de ese espacio de escritura se abren otros quehaceres, voy visitando la música, la performance, el vídeo, los distintos dispositivos creativos y artísticos.

El libro puede comprarse en Biblos Campana

Pero el punto en común entre todas esas disciplinas, donde todo se reúne, es el trabajo con los vínculos humanos, las relaciones humanas. Yo creo que ahí está todo. Y sobretodo me interesa la función de sanación del arte. Un lugar que ocupó en las culturas ancestrales, por ejemplo el chamán que tiene que cantar, bailar y pensar para poder meterse en la subjetividad y generar un espacio interrelación para poder de alguna manera limpiar el ruido del malestar.

Sobre todo esa es mi función, mi función y mi trabajo siempre ha sido reunir personas y estimular espacios creativos, que las personas se puedan desarrollar creativamente y expresarse.

  • Después de leer el libro, encontré en muchas partes un tinte crítico sobre el mundo, ¿crees que atravesamos un momento existencial un tanto banal?

Uno que es poeta tiene el lugar dentro de la comunidad para pensar libremente ciertas cosas. Yo creo que la banalidad tiene que ver con la cultura, el narcisismo patológico que vivimos a escala global, con el uso de las redes sociales, el culto a la imagen que generan hábitos de segmentación social cada vez más agresivos.


Por ejemplo, yo vivo en Palermo actualmente y es como la meca de ese espacio de narcisismo. Es una burbuja narcisista, uno camina y ve por las calles del barrio todo ese flagelo de la banalidad y de la cultura de la imagen. Esto se viene cocinando desde hace mucho tiempo y tiene muchas capas de análisis, está relacionado a la competitividad también.

Yo vengo de una generación donde fuimos criados en el seno del laboratorio neoliberal, que era el sálvese quien pueda, el individualismo. No había espacios de participación colectiva, de conciencia y fui desarrollando mi subjetividad a través de los discos de rock, de la cultura del rock, que eran como ese espacio de resistencia. Aunque también hay que decir que estaba dominado por las lógicas de la competencia y del narcisismo patológico.

Ahora lo que veo, que me parece muy hermoso, y sobre todo prestando atención a lo que está pasando en Campana con respecto a lo ambiental, que se estén organizando y sobre todo pibes jóvenes, de 20 años o menos, está buenísimo. Creo que es súper importante que las otras generaciones, que ya venimos también trabajando en la cultura y demás, no los dejemos solos a estos chicos y tenemos que empezar a organizarnos como podamos.

En principio, visibilizando todas estas cosas, no sólo a través de las redes sociales, sino que activando encuentros. Tenemos que vernos más los unos a los otros y empezar a encarnar el modo de vida que queremos llevar, si queremos encarnar una vida más ecológica, más solidaria, más empática con el prójimo, tenemos que empezar por casa y hay mucho trabajo por hacer. En ese camino nos vamos a encontrar con muchas dificultades, porque todos los territorios están dominados por lógicas contrarias a eso. Y ahí entra la función del artista que, creo yo, no es alimentar el monstruo de lo identitario, el monstruo de la ideología, que eso muchas veces atenta contra las causas más nobles. Entonces creo que tenemos que crear espacios de complicidad, de vínculos a través de la cultura misma, porque a fin de cuentas la cultura es eso.


  • ¿Qué se van a encontrar quienes lean "El Grito Labrado"y ¿cual es la evolución entre ese y tu primer libro?

Se van a encontrar con un conjunto de voces, de pequeños textos. Yo escribo de una manera bastante condensada. Es fruto de un método de trabajo largo, son textos que escribí entre el 2015 y el 2020, justo después de editar mi primer libro. Es lo que fui escribiendo en el período macrista, durante el mandato de Macri, que inevitablemente fue un período de muchísimo malestar. No solo eso, sino que justamente estaba el sistema de los algoritmos, del neuromarketing, como el cerebro y la máquina se empiezan a hibridar cada vez más y eso empieza impactar en los vínculos, en las relaciones humanas, e inevitablemente a generar muchísimo padecimiento psíquico. Uno no es ajeno a estos grandes movimientos existenciales, estas mutaciones biotecnológicas y un poco está marcado por eso. Por ese drama, que no es una cosa tan espontánea, sino que son programas que siempre están. La tecnocracia creciente, que domina todos los territorios es la que fue fogonea esta vida profiláctica en la que estamos viviendo. Todo esto alimentado a través de la inercia institucional.

Nosotros los trabajadores de la cultura, los artistas, somos como los parias que siempre estuvieron ahí al costadito. Pero bueno, es un buen momento para decir lo que tenemos que decir, para para hacer una lectura más amplia de las cosas y no tener el bozal.

La evolución que encuentro o el movimiento entre el primer libro y este, es quizás el primer libro era un libro más bien de juventud para mí. Lo escribí entre los 27 y los 30, es un libro por ahí un poco más etéreo. Escrito casi como una subjetividad flotante, que anda y observaba con agudeza ciertos fenómenos de la vida, pero de una manera flotante. Esta voz, de este libro, ya empieza a tocar el piso y es como una declaración de principios, limpia el terreno para decir “hablamos desde este lugar”. Aca se sitúa la voz, que no es un ejercicio fácil el situarse. Nadie tiene fácil el trabajo de situarse porque crecimos en una cultura muy penetrada ideológicamente, es un gran caos nuestra identidad. Entonces el trabajo de situarse realmente, filosóficamente, requiere de un gran esfuerzo.


  • ¿Cómo va a ser la presentación del libro?

La presentación del libro va a ser por partida doble. Este viernes en mi Instagram y en el Instagram de “El blanco”, que es el espacio de arte que coordino, va a salir en las dos cuentas en vivo y lo vamos a estar filmando para YouTube, para subirlo en calidad HD y un buen sonido. Va a ser con lenguajes combinados, va a estar mi mujer que es artista plástica trabajando sobre sobre la pantalla, va a haber algunas proyecciones y una amiga que es actriz y performer va a representar un un personaje que armé para ella, vamos a hacer una acción más de teatro. Después hay un amigo que es músico y va a estar armando el espacio sonoro para que mis poemas vayan desplegándose, voy a ir leyendo los poemas siempre con un piso sonoro. Me gusta trabajar de ese modo. Y también voy a tener otro amigo coordinando el sonido y la cámara.

Es algo de lenguajes combinados, me gusta trabajar así, también con la improvisación. Es algo que yo voy armando con pequeños guiones e ideas y armó un equipo y en dos, o tres ensayos lo resolvemos.


La idea es trabajar rápido porque tampoco hay tanto tiempo y no hay plata para desarrollar proyectos largos y entonces trabajamos todo a “primera toma” apelando mucho al “feeling” que tenemos en el momento. Esa espontaneidad, siento que le da un pulso más caliente a la cosa y no está tan armado. Si bien está estructurada la idea, en el momento que lo llevamos a cabo hay un vértigo de no saber bien hacia dónde va a ir pero eso da lugar para que haya algunas sorpresas. Muchas veces son sorpresas buenísimas, expresivas y otras veces cuesta un poco más. Pero me encanta trabajar así y me enamoré de la música libre, de la improvisación. Si bien no es improvisación total, tiene mucho de eso, de esa impronta del happening pero un poco más armada. Estoy feliz de hacerlo. Va a ser este viernes a las 20 horas, vamos a estar transmitiendo por Instagram Live.


Para conocer mas sobre la presentación y el libro pueden seguir a Adrián en Instagram y  Facebook 


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