Lucho Guedes: hacer de la canción un genero literario
- Código Plural

- 23 abr 2019
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En la víspera de su presentación en el Festival Músicas del Sur dialogamos con Lucho Guedes, autor de historias que se transforman en canciones, docente y músico. "Mi militancia como docente, mis reflexiones sobre un objeto de estudio desatendido y las implicancias políticas de esa vacancia, mi trabajo como músico y autor, son expresiones diversas de un mismo proyecto artístico".

Músico, autor, cancionista, docente. Un sinfín de calificativos le podemos asignar a Lucho Guedes, que busca generar una simbiosis exacta entre la música y la literatura. El artista entiende la composición de una canción como un género literario más y su trabajo es el fiel reflejo de la creencia. Historias profundas, reales, que juegan con la ironía y el humor, con el objetivo de reivindicar la canción criolla del siglo XXI.
El domingo 5 de mayo se va a presentar en el marco del Festival Músicas del Sur en el Centro Cultural Morán, acompañado por Ale Simonazzi, Flor Bobadilla Oliva y Julián Venegas. Será un cita especial porque tendrá lugar la grabación de su tercer disco, previamente publicó “Mañana nadie se acuerda” (2011) y “Soy una tarada” (2015).
Antes de su presentación dialogamos con él sobre su trabajo como artista docente, el camino recorrido y la grabación del disco
¿A qué definís "canción criolla del siglo XXI" y porque te ubicas en eso?
El peligro en la argentina con el tradicionalismo es que suele negar por completo la tradición, la idea de lo criollo que promueven los medios de comunicación y los festivales oficiales es una reducción pintoresquista que tiene muy poco que ver con una verdadera cultura popular y mucho con una industria del énfasis, la simplificación, la exageración y el fanatismo. Borges ya lo había percibido en 1928: …el pueblo no precisa añadirse color local; el simulador trasueña que lo precisa y es costumbre que se le vaya la mano en la operación.
No sé bien de dónde salió la categoría y no recuerdo haberme inscripto en ella, pero canción criolla del siglo XXI, usada con mucha prudencia, por su carácter un poco paradójico, no me suena del todo desacertada. Tiende a desestimar la falsa dicotomía entre tradición y vanguardia, propia de un sistema de pertenencias, promociones y jerarquías extranjero a la poesía.
¿Cuánto hay del docente de lenguaje literario hay en el músico, y cuanto del músico en el aula?
Pieza central de la industria cultural es la figura del músico que propone, un artista que no necesita pensar, depositario natural de una verdad sublime que expresa de manera directa, sin ninguna mediación, una transmisión sin representación, un lenguaje sin ficción, un arte sin artificios. Ese fetiche, durante el siglo XX, rindió para todos, empresarios, comunicadores y artistas, los discos se vendían y todos contentos. Por eso creo que la caída de aquellos códigos es liberadora, obliga a los músicos a hacerse responsables del sentido de su trabajo.

Las instituciones pedagógicas de música “popular” reproducen las mismas falsas dicotomías entre creación y reflexión, producción y especulación, realidad y teoría.
Predican la formación de técnicos capaces de adaptarse a los requerimientos de un mercado inexistente y desprecian los estudios literarios. La ausencia de espacios académicos dedicados a la cancionística es un síntoma evidente de ese sentido común extendido.
Mi militancia como docente, mis reflexiones sobre un objeto de estudio desatendido y las implicancias políticas de esa vacancia, mi trabajo como músico y autor, son expresiones diversas de un mismo proyecto artístico.
Tu último disco lo compartis con diversidad de artistas, ¿Cómo fue esa selección?
En Soy una tarada pude experimentar con el aspecto más teatral y cinematográfico de la canción, pensar en un intérprete adecuado para cada personaje y orquestar cada pieza en función de la dinámica del relato. El criterio para elegir los cantantes fue sencillo: ¿A quién me imaginaba interpretando ese texto? En todos los casos el invitado, felizmente, aceptó.
Hay canciones con temáticas muy actuales e interesantes, ¿Cómo surgen? ¿Cuál es el trabajo de inspiración o composición que existe detrás de cada obra?
Creo que todas las literaturas tienen un principio común, la invención o el hallazgo de un pormenor significativo, un objeto, un detalle, una anécdota, un personaje, una historia que pone en escena un problema, una idea, un conflicto que muchas veces se desconoce. A partir de eso, cada artista, con los materiales que tiene a mano, construye una trama que le permite desplegar, abrir y sugerir las múltiples implicancias de ese suceso. Si el lenguaje es metafórico o llano, si las estructuras seccionales son tradicionales o inéditas, si hace falta un estribillo o no, si el registro discursivo es realista o es inestable, si suena viejo o nuevo, son discusiones que carecen de interés, si el relato es vívido y creemos escuchar la voz del personaje y sentir su momento trágico, cómico o simplemente extraño y poético, el procedimiento es válido.

Qué nos podes comentar del Festival Músicas del Sur ¿Porque elegiste usar esa presentación para la grabación del disco?
El destino o la casualidad, dependiendo de la fe o de su ausencia, lo decidieron por mí. Terminé de escribir las diez canciones que debía rendir por la beca nacional del FNA, hicimos “Aterrados y orgullosos” por primera vez en Café Vinilo, me otorgaron el subsidio de INAMU, me convocaron al festival…, sabemos que no es aconsejable rebelarse contra la voluntad de los dioses, aunque no los tengas.




















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