Las pérdidas gestacionales (por Lic. María Eugenia Di Martino - Psicóloga)
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Las pérdidas gestacionales (por Lic. María Eugenia Di Martino - Psicóloga)

Actualizado: 10 abr 2019

La Lic. María Eugenia Di Martino aborda un tema complejo y doloroso, que pone a muchas madres y padres ante una situación para la cual nunca se está preparado: la pérdida de un hijo durante la gestación. Lo hace con especial foco en el proceso del duelo, y en la falsa creencia de que cuanto más avanzado estaba el embarazo más doloroso es para sus padres. ''El dolor de estas madres y padres no es medible es semanas de gestación, es dolor y pérdida, punto'', expresó.

Probablemente a nuestro alrededor hay muchos casos de mujeres y/o parejas que pierden a sus hijos durante de su gestación. Son las llamadas PÉRDIDAS GESTACIONALES, las hay tempranas (primera mitad del embarazo) y las hay tardías.


Es frecuente pensar frente a estos sucesos que cuanto más avanzado estaba el embarazo más doloroso será para sus padres, simplemente porque habían tenido más tiempo de conectarse con su hijo y prepararse para su nacimiento. Pero ¿Qué sucede con el dolor de las madres y padres que sufren el detenimiento de un embarazo dentro de las primeras semanas? ¿Acaso ellos no tienen “permitido” sufrir, llorar, duelar aquello que también perdieron?

Puede suceder que frente a las perdidas gestacionales las personas alrededor con la intención de consolar a los afectados comiencen a decir comentarios del estilo “sos joven, ya vas a tener otro bebé”, “ya lo vas a superar, no llegaste a conocerlo”. Pero lejos de consolar estas palabras, en muchos casos, comienzan a sembrar en los padres las huellas de un DUELO SILENCIOSO y a veces, hasta NO AUTORIZADO. Más allá de ser jóvenes, de tener otros hijos, de no haber llegado a conocer en vida a su bebé, estos padres necesitan elaborar el significado de la pérdida, porque por el tiempo que hayan llegado a gestar ese ser, fue un tiempo de creación de ilusiones, de fantasías alrededor de una vida y de una maternidad próxima a concretarse.


Un duelo es un proceso muy particular para cada persona, viene acompañado por muy diversos estados de ánimo y pensamientos, y si bien un tiempo relativamente normal es de 6 meses de duración, esto no quiere decir que para todos implique esa franja. Porque un duelo implica la inscripción de una pérdida a nivel psíquico, emocional y hasta físico, algo que formaba parte de nuestra vida, una persona, una casa, un rasgo, ya no nos acompaña y en su lugar queda un hueco, un agujero. Entonces el significado que tome ese “espacio que quedó disponible” dependerá por un lado, de la historia de la persona y por otro de la vivencia que haga de este proceso de sanación que es el duelo.

La pérdida gestacional nos enfrenta a una perdida que nunca estamos preparados para afrontar, un bebé que en pocos días creíamos que íbamos a recibir para acunar, amar y cuidar y que de pronto no llega es una herida emocional muy fuerte y prácticamente imposible de describir. Cuando el dolor es tan fuerte no hay palabras que lleguen a aliviar, al menos no en el primer tiempo. Es por ello que cuando estemos frente a cualquier madre, padre, hermano, tío o abuelo que haya perdido un familiar en periodo de gestación no es necesario desplegar un listado de frases que anulen el dolor. Para eso hay que esperar, esperar y escuchar cuáles serán las palabras que emerjan de quien está elaborando la pérdida. Más bien podemos acompañar físicamente, con un abrazo reparador, una mano que acaricia, un beso que transmita energía. En otras palabras, se trata de “prestar el cuerpo” para esa persona que en ese momento no puede encontrar fuerzas para sostenerse.


Las perdidas gestacionales tempranas también son pérdidas aunque ocurran en la 8va semana de gestación, porque esa madre ya tenía una fecha en su mente donde creía que su vida cambiaría, porque ese ser ya era amado probablemente. La mujer durante la gestación se va preparando para la maternidad amando también las imágenes que crea en su mente, como puede ser la imagen de un bebé sano, que iba a amamantar, que iba a llevar a la plaza y así infinitas imágenes. Es la renuncia forzada a una ilusión que en pocas semanas pudo haber crecido inmensamente.


El dolor de estas madres y padres no es medible es semanas de gestación, es dolor y pérdida, punto. Aquí también podemos acompañar de la misma manera, tratando de entender que la vivencia de cada uno debe ser respetada siempre.

 

María Eugenia Di Martino

  • Lic. en Psicología por la U.B.A.

  • Especialización en clínica y perinatología

  • Consultorio privado en Olivos y Campana

  • Psicóloga perinatal en el servicio de neonatología de la Clínica Delta en Campana

  • Miembro de Criamos en Tribu

INFORMACIÓN DE CONTACTO

  • Teléfono: 011 15-6119-2678

  • Email: meugeniadimartino@hotmail.com


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