El OVNI de septiembre del '85 en Campana
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El OVNI de septiembre del '85 en Campana

La mañana del martes 17 de septiembre 1985, la ciudad (y el gran Buenos Aires junto a la Capital Federal) comenzó su día de forma exaltada: un OVNI se percibía a simple vista en el firmamento.

Hace 37 años, Campana se conmocionaba por la aparición de algo ''extraño'' en su cielo.

Cerca de las 7 de la mañana, más precisamente a las 7:10 -según informaba La Autentica Defensa al día siguiente-, los vecinos de Campana comenzaron a ver un objeto plateado que se movía lentamente en el cielo.

En nuestra ciudad el clima de tensión era alto: el OVNI estaba allí, en el aire.

En este momento, se hace preciso tirar el freno de mano y contextualizar:

En la Argentina, la cuestión de los OVNIs era tema de charla por aquellos años. Por ejemplo, distintos ufólogos -como Fabio Zerpa- eran invitados habituales a los canales de televisión.

En agosto de 1985, un fotografo de Clarin decía haber fotografiado dos OVNIs desde un avión, y el diario avanzaba días siguientes informando que se multiplicaban los reportes sobre objetos voladores no-identificados en el pais.

Como aditamento, la cercanía del estreno de ''V Invasion Extraterreste'' (serie que mostraba una humanidad bajo control de una civilización llegada de otra planeta), que en nuestro país se comenzó a ver en 1985, generaba en los más chicos un microclima especial. La serie venía marcando para la semana del 11 de septiembre cerca de 40 puntos de rating, lo que era una bestialidad incluso para ese momento, donde solo teníamos 4 canales de aire, y 5, con suerte, si se llegaba a ver bien el Canal 2 de La Plata. La situación no era chistosa: había una cosa en el cielo. Las primeras versiones decían que podía ser Venus, pero estas fueron rápidamente descartadas por la posiciones, el brillo y el movimiento del objeto, y sobre todo porque el radar de aeroparque lo detectaba a unos 23000 metros de altura en sus radares. La cosa era un OVNI en su sentido literal, y estaba dentro de nuestra atmósfera.

En Campana, los pocos teléfonos de línea que habían explotaban. En las fábricas muchos hacían lo imposible para no trabajar, y en las veredas los vecinos que no tenían otra cosa mejor que hacer miraban al cielo (a Dios gracias que no existían aun las redes sociales, porque los gigas de memes y posteos que hubieran girado podrían haber detonado las conexiones locales).

Quien les escribe, y que odia las exposiciones auterreferenciales (pero siempre termina haciendo alguna o varias), aún no había ingresado a primer grado y se encontraba en el patio de su casa con un revolver de plástico, disparando maquinalmente a la cosa que en ese momento de mi recuerdo realmente se posicionaba sobre mi cabeza.

Quien me conoce sabe que no soy precisamente un hombre de creencias fáciles, y ya desde chiquito si me decían que había sol, por las dudas salía con paraguas, pero esa cosa estaba realmente ahí y la veía con mis propios ojos.

Volviendo a la todavía por entonces llamada Capital Federal, Alejandro Romay, ''El Zar de la Televisión'' y dueño de Canal Nueve, estaba enviando un avión hacia el objeto. Juro que durante años recordaba la situación y pensaba que la había soñado hasta que vi las imágenes de archivo y confirmé que lo del bendito avión había sido real: el avión no lograba alcanzar la altura del OVNI, pero volaba hacía él. Es más, quizá ese recuerdo borroneado y difuso de un avión intentando ir sobre un OVNI podía haber sido alterado de manera generalizada por los propios marcianos en toda la población. Pero no: había sucedido en verdad. El archivo estaba ahí para confirmar que el avión de Romay había intentado alcanzar el OVNI.


De repente tuve un flashback desde mi adolescencia hasta años bastante recientes: todas las veces que les conté a las distintas Marías de mi vida sobre la anécdota de haber visto un OVNI en el '85 y que un avión había intentado alcanzarlo habían terminado igual: con ellas dejándome (aunque quizás fue por mi inconstancia o mi irresponsabilidad afectiva, pero lo del OVNI me permite poner la culpa en otro lado).

Estuve a un paso de llamarlas para contarles lo que estaba descubriendo al comprobar que el video había sido cierto (o quizás para saber si alguna estaba soltera, o al menos separada) y expresar mi revancha histórica, pero no. Debía averiguar por qué no había sucedido la invasión extraterrestre luego de la visita de la nave.


Siguiendo las crónicas de ese día me tope que con el paso de las horas comenzó a circular la mundana y menos emocionante versión de un globo meteorológico surcando el cielo bonaerense: como tantas veces, la realidad resultó más aburrida que la ilusión.


Igualmente seguía pensando en llamar a algunas Marías, ahora con esta excusa: "¿Te acordás lo que te conté del OVNI aquella madrugada bajo el ombú?". Pero no lo hice, pues temí que algún marido no comprendiera o, más bien, comprendiera cabalmente mis intenciones.


Como sea, un comunicado de la fuerza aérea decía lo siguiente:

​"...La Fuerza Aérea Argentina informa que el objeto en cuestión observado visualmente por la población en el espacio aéreo había sido detectado por los centros específicos de la institución a partir de la hora 3 del día de hoy, constituyendo un globo aerostático de empleo científico con trayectoria sudoeste-nordeste con un perigeo aproximado de entre los 35 y 40 mil metros, habiendo sido visiblemente observado con el incremento de la actividad solar. Cabe aclarar que este sistema no es de origen nacional y al mismo tiempo, hasta este momento no constituye ningún riesgo para la aeronavegación. Se continúa con los trabajos de observación.”

Con el correr del día el ahora llamado globo dejo de verse sobre la provincia de Buenos Aires y sus últimos registros visuales fueron en el sur de Cordoba. Naturalmente, los ufólogos y muchos individuos que aún no se conocían como amantes de las teorías conspirativas, pero que claramente lo eran desconfiaban. A fin de cuentas, nunca faltaron los conspirativistas, solo que no se reconocían como tales: los terraplanistas de hoy son los hijos de aquellos.

Por varias semanas se debatió sobre el asunto en los medios porteños. Más terrenal, la edición de La Autentica Defensa del día 18 de septiembre informó en su portada el suceso del día anterior, pero omitiendo la alaraca local.

La cuestión se terminó de zanjar, aunque ya bastante olvidada, en mayo del 86, cuando a instancias de una nota enviada por el astrónomo Carlos Alberto Demaría al Centro de Estudios Espaciales de Francia -que utilizaba globos para sus exploraciones-, este confirmó que era un globo lanzado desde Pretoria, Sudáfrica.

Yo creo que hubo un intento de olvido colectivo, por eso muy pocos tienen en la memoria el evento. Es más: creo que el temor real que se disparó ese día generó un rechazo al recuerdo.

Recuerdo esa mañana ir a la carnicería con mi abuela (porque había que comer igual, por más amenazados por la extinción que estuviéramos) y ver a muchos temblando como una hoja. Y el miedo, sobre todo cuando es causado por la nada misma, genera vergüenza. Igual, no seamos duros con los crédulos de los '80, y no olvidemos que unos años después, en los '90, una editorial vendía videocassetes de una autopsia a un extraterrestre y muchísimos creían que era real.

Tapa del diario ''La Auténtica Defensa'', el día después del avistamiento.

Entonces... ¿la foto de la nota era el globo? La foto que ilustra la nota está groseramente trucada con un pedacito de virulana. Pero como toda mentira tiene algo de real, y como toda verdad casi siempre tiene algo de falacia, es una porción de una foto de la calle French, allá por los 80 y algo, desde donde efectivamente vi el coso ese.

El OVNI terminó siendo un globo. Esa sería la versión cómoda, o en una de esas los marcianos tomaron en Centro de Estudios Espaciales de Francia, y esa respuesta fue un burdo embuste de los extraterrestres, que quizás caminan entre nosotros desde ese martes 17 de septiembre del '85 y, quien sabe, capaz esta vuelta los conspiracionistas tenían razón.

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