El Boat Club suspendió trabajadores y solicitó ayuda económica al Estado
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El Boat Club suspendió trabajadores y solicitó ayuda económica al Estado

La institución celeste, que tiene a una guardia mínima de trabajadores en actividad, decidió aplicar suspensiones con reducciones salariales de distintos porcentajes. Además, y pese a estar realizando obras faraónicas y a contar con una masa societaria récord en los últimos años, solicitó al Estado la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).

El C.B.C. recortó salarios a sus trabajadores

Pese a que no fue informado públicamente a través de sus canales oficiales, lo cierto es que el Campana Boat Club, debido al cierre de sus instalaciones por la pandemia de Covid-19, decidió aplicar suspensiones a sus trabajadores que implican reducciones salariales significativas.


''Suspendieron a la mayoría de los empleados del club. No lo pudimos ver venir, ya que el club está pasando un buen momento financiero. La obra millonaria de cerramiento del playón polideportivo lo prueba'', expresó uno de los empleados afectados, que además señaló desprolijidades a la hora de comunicar las suspensiones: ''a algunos los notificaron con notas membretadas, a otros a través de Zoom, y a otros por teléfono''.


La decisión de recortar los sueldos de los empleados es sorpresiva ya que la institución ubicada en Manuel Iglesias e Intendente Moro viene disfrutando hace tiempo de un muy buen pasar económico debido, entre otros factores, a ingresos provenientes de entidades externas. Tal es así que el club pasó de una situación financiera en extremo delicada al finalizar el mandato de Gustavo Castronuovo en 2017, a realizar un sinfín de onerosas obras y mejoras en el club en la siguiente gestión, entre las que se destaca el acondicionamiento del playón deportivo (que tiene como objetivo adecuar la cancha de handbol a las disposiciones de la Federación Metropolitana de Balonmano), obra respecto de la cual la actual Comisión Directiva se jacta de ‘’realizarla con recursos propios’’.

La obra de cerramiento del playón polideportivo del C.B.C, comenzada a ejecutar a finales del año pasado, según dicen con ''fondos propios''

Además, en lo que va de la gestión de Gerardo De Franceschi, la masa societaria no ha dejado de crecer: finalizada la ‘’temporada alta’’ que va de diciembre a marzo, el C.B.C. contaba con más de 5000 socios activos, descontadas ya las no muchas renuncias recibidas tanto por la pandemia como de los clásicos ‘’socios golondrina’’ que se asocian sólo por el verano. Se trata de una cantidad de asociados que no se daba desde las gestiones de Miguel Dell Acqua a finales de la década del ’90.

Un miembro de la plantilla de empleados del Boat contó a Código Plural que ‘’Apenas se decretó la cuarentena quisieron hacer cosas como que los profesores de deportes hicieran tareas de mantenimiento, como por ejemplo pintar paredes. Y también, antes del dictado del DNU, intentaron enchufarle vacaciones a todo el mundo’’, y agregó que desde la Comisión Directiva ‘’mandaron una nota de conformidad de la suspensión con espacios en blanco en donde van las fechas, para ser firmada así, de modo de tener la posibilidad de completarlas con las fechas que quieran. Es básicamente un cheque en blanco''.


Otra cosa que generó malestar y aumentó las suspicacias entre los trabajadores del club náutico fue que la C.D., en medio de suspensiones y de la cuarentena, tomó un empleado nuevo, mayor de 60, y muy cercano a los dirigentes, para desempeñar tareas de supervisión del personal (que está ausente en su mayoría debido al aislamiento).

La histórica casona del C.B.C., hoy.

Y esto no es todo: además del recorte salarial a sus trabajadores, trascendió que el C.B.C. solicitó al Estado la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, la ‘’ATP’’. Se trata de una decisión desconcertante, porque resulta difícil de creer que una institución embarcada en obras millonarias, con ingresos provenientes no solo de su propia actividad sino de entidades externas (como el puerto Euroamérica S.A. y, según dicen, el Municipio), y con una masa societaria alta y en crecimiento, necesite recurrir al Estado para pagar salarios. Cabe recordar que los trabajadores del Boat, como entidad afiliada a la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC), perciben sueldos modestos (Acta acuerdo salarial CCT 736/16 UTEDYC-FEDEDAC-AREDA), por lo cual una reducción en los mismos los afecta notablemente.

Pero, como en toda situación de conflicto, siempre hay más de una versión. Por eso decidimos consultar directamente con el presidente de la entidad, Gerardo De Franceschi, quien nos contó que el club ‘’dejó una guardia mínima de mantenimiento que es la única actividad esencial permitida’’.

Sobre las suspensiones, De Franceschi manifestó que fueron del 10% en abril y del 12.5% promedio en mayo para los trabajadores en actividades esenciales. Sobre los ‘’no-esenciales’’, señaló que ‘’lamentablemente’’ el descuento en mayo será del 25%. ‘’De todas maneras estamos evaluando la posibilidad de adelantar el aguinaldo en cuotas para que los empleados puedan hacer fondo a sus obligaciones’’, agregó.

En relación a la realidad económica del club, la visión del presidente es radicalmente distinta. De Franceschi asegura que ‘’La situación es compleja e incierta’’ y que ‘’hemos recibido una reducción de nuestros ingresos del 30%’’. Y a diferencia de lo expresado por nuestra fuente entre los empleados, el presidente afirma que ‘’la cantidad de socios que solicitan la baja por cuestiones de necesidad y más que nada incertidumbre no cesa’’.


En cuanto a la A.T.P., el dirigente admitió haberla solicitado, y declaró: ‘’somos optimistas que servirá de ayuda, para que los fondos del club duren más tiempo. Estamos además atentos a todo tipo de recurso legal para proteger a cada uno de nuestros trabajadores.’’


A modo de cierre, Código Plural le preguntó a De Franceschi si, como líder de la actual Comisión Directiva del club, no había tenido otras alternativas mejores o superadoras a la de recortarle el sueldo a los trabajadores. Su respuesta fue que, como paso previo a la toma de esta decisión, la institución realizó una fuerte reducción de gastos ‘’en todos los sentidos’’, con el objetivo de ‘’resguardar fondos para sueldos y cargas sociales ya que la incertidumbre sobre el regreso a las actividades es grande’’.


Aún se desconoce el régimen de pagos para junio, mes que muy probablemente sea totalmente cooptado por el aislamiento obligatorio.


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