El arte de engañar en gestión, y la contratación de Lorenzati en Campana (por Gustavo Parravicini)
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El arte de engañar en gestión, y la contratación de Lorenzati en Campana (por Gustavo Parravicini)

La primer parte del título hace referencia al modus operandi del actual intendente, y el sector al cual pertenece, y no necesita mayores explicaciones para aquellos vecinos atentos. Solamente podemos agregar a ello que el titular de la cartera municipal, hace uso de los recursos de manera discrecional, sin dar mayores explicaciones, y desvirtuando cualquier mecanismo oficial de control. Hoy la historia más nefasta y reciente de este país, se mezcla con el uso del dinero del municipio de Campana, y su titular aparece como responsable de la contratación de un individuo que por su accionar, debería estar preso y no circulando entre el común de la sociedad y mucho menos cobrando dinero de un municipio.


Ahora bien, las frases: NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS, es un susurro que recorre las calles de Campana, que desde el jueves pasado ha sido sacudida por la noticia de la contratación, por parte del Municipio, de este ex agente de la SIDE, también integrante del Batallón 601, denunciado además por su presunta participación en delitos de lesa humanidad durante la época de la Dictadura Militar.

La Memoria no descansa, menos la de aquellos que fueron víctimas, de la etapa más cruda y planificada de exterminio en la República Argentina, la memoria en este caso, la historia da una vuelta y mira a nuestro "pago chico", y ve a Carlos Alberto Lorenzati, “haciendo lo que sabe hacer”: espiar, informar, denunciar.


La contratación de Lorenzati como funcionario en primer termino, y luego como “proovedor del Estado”, deja en evidencia una vez más, la inconducta de la gestión Abella. Desde el Frente Grande repudiamos su contratación, que solo demuestra lo que denunciamos constantemente: Abella utiliza el presupuesto municipal discrecionalmente, siendo en este caso mucho más grave porque el dinero de los campanenses se lo lleva una persona con un prontuario gravísimo, un sujeto denunciado por delitos imprescriptibles, como son los delitos de lesa humanidad, que se llevaron a cabo en nuestro país especialmente en la ultima dictadura.


Más de un millón de pesos de los vecinos se destinaron a pagar un contrato con un ex espía, una persona denunciada y actualmente investigado en una causa a cargo del Juez Rafecas, incluso, según palabras de Susana Dieguez -una de las denunciantes- el Centro de Antropología Forense estaba investigándolo. De igual manera repudiamos los intentos de generar confusión en la comunidad con el famoso tema de la doble “T” de su apellido. Ahí tenemos un claro ejemplo del arte de engañar, que Abella practica bastante, igualmente carece de originalidad, ya que es algo que se hizo con anterioridad en la provincia de Rio Negro.


Con solo buscar en internet el Municipio podía enterarse respecto a quién contrató. Yo me comunique con Susana Dieguez, quien denunció a Lorenzati por su participación en delitos de lesa humanidad, y su testimonio es valiosísimo. Lorenzati llegó a Río Negro por un pedido político. Hay disparidad sobre quién fue su impulsor, pero todo parece indicar que se trató del ex ministro Enrique "Coti" Nosiglia, viejo operador político, siempre relacionado con la SIDE.


El testimonio de Susana Dieguez, ex legisladora provincial, ex docente y militante de los DDHH (integra la Comisión de la Memoria, Verdad y Justicia de Viedma), es revelador, más allá del inmenso valor de declarar en los juicios, y de enfrentarse con los que fueron verdugos. Relata que solamente son denunciados aquellos personajes de los que se tiene plena seguridad de participación durante la dictadura, no se denuncia sobre sospechas infundadas. Ella a su turno ha reconocido a este personaje como uno de sus secuestradores, y como quien la interrogó sobre los nombres de su agenda personal durante su traslado al centro de detención y tortura “El Atlético”, el día 19 de abril de 1977, y con 29 años. Las pruebas son muchísimas y concluyentes, en la nómina del Batallón 601, figura también su esposa, quien se infiltraba en las manifestaciones de un gremio docente.

Como dije anteriormente, el intendente debería saber que existen resortes administrativos en toda repartición publica, para saber, a quién contrata, y en este caso puntual, dar explicaciones claras de para que lo hizo. Este misterioso y oscuro señor, hace siempre el mismo trabajo: investigar ilegalmente a las personas que se le señalen, y su vinculación a ministerios de seguridad (Director de Análisis Delictivo) como en la Provincia de Rio Negro, es uno de los ejemplos.


Imagínense que cada vez que se contrata a un agente común en el Estado, hay una serie de procedimientos, como búsqueda de antecedentes, huellas digitales, etc, todos mecanismos para conocer quién es la persona que está ingresando a la institución u organismo. Parece que en este caso no se hizo, o todo falló, ya que este señor fue puesto en la municipalidad como funcionario político en primer lugar. Su pasado, no es un interrogante: en forma adrede es ocultado, como tantos otros partícipes de la dictadura e integrantes de la ex SIDE. Solo hay que investigar. Y ciudadanos como Susana Dieguez, con memoria, son nuestro reaseguro de justicia.


Campana debería, como sociedad, reapropiarse de las causas de DDHH, no olvidarse del Área 400, y sostener y abrazar las causas que hoy se juzgan. Somos conscientes que la teoría de los dos demonios esgrimida en la post dictadura en nuestro país ha lavado miles de cabezas y les ha impedido ver a muchos la magnitud del desgarro del terrorismo de Estado. Es por eso que debemos estar atentos. No hay que dejarse confundir: fue terrorismo de Estado, no fue una guerra, y debemos velar por el cumplimiento de los preceptos de Memoria, Verdad y Justicia.

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