''Cada dólar que el macrismo toma nos hunde un poco más''
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''Cada dólar que el macrismo toma nos hunde un poco más''

por Joel Vallomy Consejo del Partido Justicialista / Integrante de la Corriente por el Progreso Social

Desde que el macrismo controla los destinos del país se están fumando las reservas del Central en la timba financiera. Eso a esta altura ya no tiene sentido analizarlo. Tomaron en todo este tiempo más y más deuda para alimentar esa picadora de carne que es el sistema financiero. Este acuerdo con el FMI, así como un moderno pacto Roca-Runciman, nos pone en papel de estar suscribiendo -tal como decía Jauretche en su momento-, un nuevo "estatuto legal del coloniaje".


Naturalmente, desde lo más encumbrado del macrismo festejan, porque esa plata que vamos a pagar con sangre, sudor y lágrimas, va a seguir alimentando la demencial bicicleta financiera, donde un tipo gana en un rato comprando y vendiendo bonos, lo que otro tipo no llega a sospechar de ganar en toda su vida. Todo esto es muy grave, las consecuencias son graves. Lo que ha dañado el macrismo al futuro de quienes aun no han nacido es indescriptible.


Se debe forzosamente en el futuro revisar todo lo actuado, pero sobre todo, en el futuro se deberá reglar la toma de empréstitos de cualquier naturaleza cuando los montos involucrados sean de relevancia crucial. Es necesario establecer una política de Estado en esta materia (como en tantas otras) para otorgar previsibilidad a la vida de una nación. La democracia no significa que un pueblo entregue un cheque en blanco para hacer lo que se le plazca al elegido y es preciso para el futuro próximo delimitar, incluso constitucionalmente, tanto atribuciones del ejecutivo en materia de endeudamiento y acuerdos con organismos de crédito, como funciones y prerrogativas del Banco Central.


Cada dólar que el macrismo toma nos hunde un poco más, ya sea por las condiciones en que adquiere deuda, o por el destino que le da: cuando no es licitarlo a precio módico para el empresariado, es para hacer obra pública inexplicablemente innecesaria como lo es la próxima reforma de la Plaza Italia en Campana, una de las mas lindas de la ciudad, en un estado más que correcto y a la que se le van a destinar unos 6 millones de pesos girados por un estado nacional que al mismo tiempo va a pedir de rodillas al Fondo Monetario más y más moneda estadounidense.


La situación merece un pronóstico sin rodeos: a esta altura solo queda asumir la realidad: el macrismo va a dejar un país de tierra arrasada. Corresponderá en el futuro un amplio acuerdo de todos los sectores hoy opositores para que la levantada del país sea lo más rápida posible.


Es necesario marcar la cancha en el para adelante y trazar una senda política de consenso para lineamientos concretos ya sea en materia de endeudamiento, impositiva o previsional. La clave del saneamiento de la economía Argentina no puede ni debe ser el endeudamiento: el crecimiento y divisas necesarias para nuestra economía solo pueden venir de la mano de las exportaciones, y esas exportaciones ya no deben ser solo del complejo agroexportador. Debemos crear a partir del consenso político un marco adecuado para atraer inversiones, con facilidades impositivas más que amplias para producir lo que no producimos, para desarrollar tecnología, para avanzar en energías renovables.


La salida de la crisis a donde nos está llevando el macrismo va a ser larga y penosa. La buena noticia, es que pese al drama, tenemos potencialidad para salir adelante una vez más. El desafío grande es que salgamos de esta situación lo más rápido posible, porque día a día que pasa tendremos más argentinos que se irán de este mundo sufriendo y en un contexto deplorable, y eso, hagamos lo que hagamos en el futuro, ya no lo podremos solucionar nunca más.

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